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Pepe R.Castañeda y Pepi Martinez

PREDICACIONES DESTACADAS

martes, 20 de enero de 2009

DECISIONES QUE PUEDEN SALVAR O MEJORAR TU MATRIMONIO, PARTE I

Pastor José R. Castañeda
Dice Génesis 2:24 "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne". No podemos hablar del matrimonio ignorando al que lo instituyó. Dios creó al hombre y a la mujer para que ambos se complementaran, por eso, esta frase nos motiva a preguntarnos, Qué cosa es el matrimonio?
El matrimonio son dos voluntades fusionadas en una sola, con sus propios gustos, virtudes, debilidades y responsabilidades. El matrimonio es como una corporación de ahorros, cuanto más invierta en esa corporación, mayores intereses y ganancias tendremos en él. El matrimonio es como una llave y un candado. Ambos elementos forman un mecanismo completo, pero si la llave sin candado y candado sin llave no funciona.
Hagamos funcionar el mecanismo de nuestro matrimonio, pero ¿Cómo? Yo quiero que mediteis en los siguientes pasos, para hacerlo funcionar bien, para salvarlo. Lo primero que le quiero advertir, es que su matrimonio no va a funcionar bien, si ambas partes no ponen de su parte. Esto de salvar el matrimonio exige una salvación de ambas partes. No espere que nadie le salve el matrimonio, sálvenlo ustedes. Ni siquiera Dios le puede salvar el matrimonio, si ustedes no participan. Establezcan en sus mentes que ustedes son los protagonistas principales para salvación de sus matrimonios.
Paso uno: ámense. “De cada doce matrimonios, cuatro se divorcian; seis permanecerán a flote, aunque sin gozo ni amor, por consideración a los hijos, a la carrera, a la familia o a la iglesia; y sólo dos se elevan hasta alcanzar la cumbre del matrimonio establemente feliz”. ¿Está usted entre los cuatro que se divorcian? ¿Entre los seis que permanecen a flote? o ¿entre los dos que alcanzan la cumbre de la felicidad?.
Para que ambos alcancen la cumbre, necesitan amarse el uno al otro. La necesidad más critica de ambos, es la de amarse. El amor es como un arte que se aprende. ¿En dónde aprende uno a amar? Esto lo aprende uno es en el matrimonio. Usted no aprende a amar en un motel ni en un prostíbulo, en estos dos sitios se aprende a malgastar el dinero, a arruinarse, moral, espiritual y físicamente, pero nunca a amar. Si reconoces que el amor se aprende en el matrimonio, entonces, el objeto de tu amor es tu pareja. Si tú tienes una profesión que te brinda una economía estable, y no tienes amor por tu pareja, nada eres. Las cinco virtudes del amor son: el amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta y el amor nunca deja de ser.
Para la mujer el amor es más que beso, un abrazo y la cama. Para ella es consideración, es un trato eficaz, es un respeto hacia su vida. La mujer sabe que es amada por la manera que se le trata. Por ejemplo: Cuando un esposo trata bien a su esposa, no necesita mendigar una relación conyugal; porque la primera que corre hacia el dormitorio es ella. Un esposo sabe que es amado por la manera en que la mujer lo respeta y lo valora. Una mujer que valora a su marido, no necesita pedirle un par de zapatos, o ropa, o buena provisión para el hogar; porque el marido valorado provee todas estas necesidades. El amor es gentileza, comprensión, elogios, demostración pública, es cortesía, es delicadeza, es dialogo.
Paso dos: escúchense. ¿Por qué ambos deben escucharse? Porque el matrimonio es un punto de apoyo moral, sentimental, espiritual y económico. Las parejas casi siempre están discutiendo por todo lo que tiene que ver con: los hijos; el sexo; el dinero; la Iglesia a dónde van; los suegros de ambos; y las cosas materiales del hogar. ¿Cómo tratar esos conflítos? Como ambos son los pelean, ambos también son los salvadores por medio del dialogo. Aprender a dialogar es un arte. Es un arte cuando ambos se escuchan, recapacitan, y conversan. ¿Qué se debe hacer frente a un altercado? Se debe tratar el asunto sin iras ni resentimientos, sin enojo agresivo, sin posición de defensa. Hay que aprender a trabajar el dialogo.
¿Cómo se define usted frente a este sencillo cuestionario? Es usted en el dialogo: Constructivo; evasivo; explosivo; dominante; conflictivo; prejuicioso; ansioso; amenazante; desaprobador; abrumador; informativo; explorador; atento o peleas. La respuesta que usted de, le indicará que clase de actitud tiene usted cuando trata de dialogar con su pareja. La actitud ideal sería: constructivo, informativo y atento.

Trabaje estas tres (3) actitudes y verá que si puede dialogar con éxito con su pareja. El dialogo profundiza la unión de la pareja, facilita el crecimiento personal, ayuda a tomar decisiones en equipo, Cuando usted le hable a su pareja, háblele con respeto, con lógica, con franqueza, con atención, y con amor.