CREYENTES CON RAICES FUERTES EN DIOS

La meditacion en la palabra estuvo a cargo de Antonia Rojas Silva, la presentación, la ofrenda, la introducción y la oración de despedida la hicieron, Rafael Rodriguez Castañeda, Joaquín Lopez Gil, Andres Pacual Vela y Adela Manjón respectivamente.

Domingo, 13 de Septiembre de 2.009
CREYENTES CON RAICES FUERTES

Lucas 8, versículos 4 al 16

LA PARABOLA DEL SEMBRADOR

4 Mucha gente que estaba allí, más otra llegada de los pueblos, se reunió junto a Jesús, y él les contó esta parábola: 5 “Un sembrador salió a sembrar su semilla. Y al sembrar, una parte de ella cayó en el camino, y fue pisoteada y las aves se la comieron. 6 Otra parte cayó entre las piedras, y brotó, pero se secó por falta de humedad.d 7 Otra parte cayó entre espinos, y al nacer juntamente los espinos, la ahogaron. 8 Pero otra parte cayó en buena tierra, y creció y dio una buena cosecha, hasta de cien granos por semilla.”

Esto dijo Jesús, y añadió con voz fuerte: “¡Los que tienen oídos, oigan!”

Cuando conocimos al Señor, El vino a nuestras vidas, prometiendo que siempre estará con nosotros. Pero a veces hay situaciones que pensamos que El no está a nuestro lado, en éstos momentos nos venimos a bajo, llegando a cargar nosotros mismos con nuestros problemas, haciendose la carga cada vez más pesada, en esos momentos incluso nos llegamos a olvidar del Espíritu Santo y que Dios es Todopoderoso.

Hay creyentes que la igual que en la parábola vemos como “la semilla cayó en las piedras y brotó, pero se secó por falta de humedad” viven de emociones en emociones, se llega a secar porque las emociones se van, ellos viven felices si todo va bien, pero cuando vienen pruebas y dificultades se vienen a bajo “se secan”.

¿Qué tipo de creyente somos? Conocemos a Dios, pero hacemos un dios a nuestra medida, según nuestro interés. El creyente debe de creer conforme a la palabra de Dios. Creyente con raices fuertes, fundados en la palabra que no se secan facilmente.

“Cree, piensa, habla, decide y se relaciona conforme a la palabra de Dios”.

Cada uno somos únicos para Dios, tenemos al Espíritu Santo en nuestras vidas que nos ayuda y un propósito a cumplir en El, estando fuertes en Dios, sabiendo que la batalla es de El, y nos ayuda en todo.

Meditación en la Palabra: Anciana, Antonia Rojas

Publicado: Andrés P. V.