DIERON TESTIMONIO PARA LA GLORIA DE DIOS FRAN ALVAREZ DE LO QUE EL SEÑOR LO ESTA AYUDANDO EN ESTA ETAPA DE SU VIDA DANDOLE GANAS Y ANIMO EN EL SERVICIO EN LA EVANGELIZACION.
PILAR NOS CONTO DE LAS EXPERIENCIAS PRECIOSAS QUE ESTA VIVIENDO POR MEDIO DE LA ORACION Y TAMBIEN DE COMO EL SEÑOR HA ESTADO CON ELLA Y LE A BENDECIDO EN EL VIAJE QUE HIZO A SU TIERRA CON SU FAMILIA. DAMOS GRACIAS A DIOS POR ELLA Y POR LO QUE ES DE BANDICION PARA NOSOTROS.
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Domingo, 25 de Septiembre de 2.01
A OTRO FE POR EL MISMO ESPIRITU:... Parte, y II
1ª Corintios, 12:9
Pero piense en la fe de los amigos del paralítico. Estos hombres tienen un amigo que está paralítico y lo llevan en una camilla a una casa donde el Señor está predicando. Y cuando llegan allí la casa está atestada de gente, no hay por dónde entrar y ellos se les ocurre la brillante idea, ¿por qué no partimos el techo y lo metemos por ahí? No pensaron que eso era contra la ley. No pensaron en que el dueño se iba a molestar con ellos y que les iba a denunciar. No pensaron que se les podía caer el pobre hombre desde el techo y matarse y entonces iban a tener un gran problema. No pensaron que si el Señor les iba a decir cómo se atreven a interrumpirme en este momento. Ellos tenían fe para proseguir con su propósito. Se suben al techo, bajan al pobre hombre, que debe haber estado diciendo, para qué me metí en este lío. Y de momento comienzan a caer pajitas o pintura del techo y el Señor, aquí va bajando esta camilla con un hombre paralítico.
Y dice la palabra que el Señor al ver la fe de ellos se maravilló y detuvo lo que estaba haciendo. Muchas veces, hermanos, hay momentos en que la fe detiene. Inclusive yo podría decir hasta los procesos divinos. Pero hay veces que la fe puede ser tan poderosa que, yo no voy a decir que cambia los propósitos de Dios porque Dios conoce del principio hasta el fin, pero visto desde la perspectiva del tiempo y del espacio es como si el curso del propósito de Dios fuera cambiado.
Y hay cosas que suceden y a Dios le encanta cuando uno de sus hijos lo pone en esos aprietos. Porque cuando la mujer del flujo de sangre toca a Jesús, el Señor iba a sanar a la hija de Jairo, un importante hombre en la ciudad. Él no tenía el propósito de sanar a nadie más, pero cuando esta mujer se le metió en el medio y lo tocó, le robó fe y lo detuvo y él tuvo que hablar con ella, ministrarle y entonces continuó su camino.
Porque cuando una persona tiene fe, Dios se detiene, hermanos, en lo que está haciendo. Usted no sabe el poder que usted tiene dentro de usted. El Señor dijo, miren, si ustedes tienen fe como un granito de mostaza....
¿Usted ha visto un grano de mostaza alguna vez? Si usted lo ha visto, es por que tiene buena vista, porque un granito de mostaza es una una semilla muy pequeña y el Señor, porque los discípulos dijeron, ‘Señor, auméntanos la fe’, y el Señor le dijo si ustedes tuvieran fe como un grano de mostaza....’ es lo que le quiso decir, ‘qué fe les voy a aumentar si no tienen ninguna. Si tuvieran fe como un grano de mostaza ustedes le dirían a ese monte, ‘muévete y échate al fondo de la mar’, y tendría que obedecerlos.
Esa es la fe. Hermanos, yo les digo, y esa fe está en ustedes. Esa fe está aquí en esta congregación Palabras de Poder. Si nosotros creyéramos eso verdaderamente. Lo que pasa es como con el caso de Timoteo, nuestra fe es débil, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti.
Dios quiere bendecirnos, dándonos salud. Dios quiere bendecirnos dándonos soluciones financieras para nuestros problemas. Dios quiere bendecirnos dándonos mejores trabajos. Dios quiere bendecirnos sanando nuestro matrimonio y ganando a nuestros hijos para el Reino de Dios. Dios quiere bendecirnos iniciando ministerios nuevos en nuestra vida. Dios quiere bendecirnos trayendo revelación en nuestros sueños y desatando dones.
Pero, hermanos, muchos de nosotros estamos adormecidos. Somos como el personaje de la parábola de los talentos, que Dios le dio a cada uno un talento. Y le dio ciertas medidas: a uno le dio cierta cantidad, a otro otra, a otro otra, porque Dios le da a todos sus hijos algo.
Pablo habla de movernos conforme a la medida de la fe que hemos recibido. Cada uno de ustedes tiene cierta cantidad de fe y qué podemos hacer nosotros. Creer a Dios y entonces comenzar a movernos en la medida de fe que Dios nos ha dado y comenzar a rendir esa fe y expandirla, a desarrollarla más y más.
Y mientras nosotros nos movemos en fe, porque mire, la fe muchas veces no es algo que se siente. A veces si, yo creo que Dios puede, a veces Dios puede poner en ti un fuego que es fe explosiva, es fe que se enardece, es que se atreve a confrontar hasta las huestes del infierno en carne y hueso si es necesario, pero hay veces que la fe es algo que está dentro de ti y que tu vas a tener simplemente que creer que Dios te lo ha dado y va ha orar en obediencia.
Y aunque tu no sientas nada, dar un paso y creer que Dios está contigo. A veces Dios te va a pedir que vayas y le hables a alguien y compartas el Evangelio con una persona. Y tu no vas a sentir ningún poder, ninguna cosa especial, te vas a sentir inadecuado, pero tu tienes que escoger si obedeces a Dios en ese momento o si simplemente dices, ‘bueno, yo no me siento con fe, no me siento adecuado’.
Y cuando tu comienzas a caminar, en el momento de caminar, el poder de Dios comienza a fluir en tu vida. Y cuando te acercas a esa persona y comienzas a tartamudear y a hablarle, el poder de Dios comienza a moverse. Porque el poder de Dios se mueve en fe, para fe, para poder.
Cuando los 10 leprosos le dicen a Jesucristo ‘sánanos’, el Señor les dice, ‘está bien, váyanse y preséntense ante los sacerdotes. Y ellos habrán dicho, ‘bueno, pero nosotros no te pedimos que nos mandaras a los sacerdotes, te pedimos que nos sanaras’. Pero ¿saben qué? Ellos creyeron al Señor, porque había un procedimiento que cuando una persona era sanada de lepra, tenía que presentarse ante los sacerdotes y ellos eran quienes certificaban que esa persona estaba sanada o no. Entonces el Señor los envía, no los sana, sino que les dice, ‘vayan y preséntense ante los sacerdotes’. ¿Qué pasa? Dice, que mientras iban caminando fueron limpiados porque es cuando tu le obedeces al Señor cuando tu comienzas a moverte.
Yo creo que en épocas como las que nosotros estamos viviendo de la historia donde el poder de Dios escasea y donde la iglesia no ha sido muy instruida en las manifestaciones del poder de Dios, la fe va a comenzar a fluir como un débil hilo de agua y según el pueblo de Dios vaya ejercitándose en la fe, y haciendo obras de fe, ese poder de fe va a ir creciendo y manifestándose entonces en formas más espectaculares y más poderosas. Pero mientras tanto tenemos que proceder.
Si Dios te da la oportunidad de orar por un enfermo, imponle manos en el nombre del Señor, búscate una botella de aceita y camina con ella siempre. Si hay una oportunidad de tu orar por alguien, mira, ora en nombre de Jesús y di, yo soy un hombre, una mujer de fe, yo soy un siervo del Reino de Dios, yo tengo en el nombre de Jesús capacidad para orar por fe y atrévete en el nombre del Señor, atrévete a proferir palabras de fe, atrévete a profetizar en el nombre del Señor.
Si tienes un sueño y tu crees que ese sueño tiene algún significado, órale a Dios, cree en el Señor, ¿qué me estás diciendo con esto? Escribe el sueño. Pídele al Señor sabiduría porque muchas veces Dios nos está dando cosas y no las creemos, no las recibimos y entonces contristamos al Espíritu Santo y el poder de Dios entonces no se manifiesta con más poder en nosotros. ¿Por qué? Porque la iglesia de Jesucristo está operando en una mentalidad que no es del Reino en este tiempo.
Y si usted dice, oh, Dios no se mueve así, pues, mira así va a pasar. Dios no se va a mover así porque conforme a tu fe te será hecho, dice la palabra del Señor. Y yo predico este mensaje en el nombre de Jesús para abrir nuestros corazones. Yo me lo predico a mi mismo, le pido, Señor que esto no se quede solamente en mera teoría, pues queremos ser un pueblo de fe. Nosotros queremos abrir nuestra mente para que tu poder se pueda manifestar. Queremos ser vasijas vacías que tu puedas llenar con tu gracia y con tu poder.
Dios necesita vasijas hambrientas, deseosas de que el poder de Dios se manifieste. Yo quiero en el nombre de Jesús activar nuestra perspectiva sobrenatural a través de estas enseñanzas. Yo quiero que nosotros nos convirtamos en gente que creamos a Dios y muchas veces el creer a Dios va a significar caminar por un tiempo en el desierto tratando de hacer cosas y nada sucede, pero uno sigue y sigue, y sigue hasta que se destapa la tubería del cielo y comienza a fluir el poder de Dios.
En muchas ocasiones vemos eso en la Escritura, Dios le dijo a Elías, va a llover porque Elías profetizó que cuando él dijera que iba a llover. ¿Y qué pasó? Elías se fue a un monte, desde donde podía ver el mar, y estuvo esperando allí y no pasaba nada. Y mandó a su criado varias veces y el criado fue a ver si se veía una nube, no había llovido en Israel por muchos años. No se veía una nube por ninguna parte y el siervo va varias veces.
¿Por qué Dios lo hace de esta manera? Porque, hermanos, muchas veces es así, la fe depende de uno desear, de uno atreverse, de uno tocar insistentemente, de uno probar a Dios, por así decirlo, que yo creo a Dios lo suficiente como para esforzarme un poco más de lo común.
Porque si Dios nos diera las cosas inmediatamente, nuestra fe siempre sería una fe raquítica. Pero, hermanos, Dios a veces hace que nosotros esperemos y que los primeros pasos que demos sean pasos en el desierto, y que tratemos y nada se da y que probemos y la bendición como que no fluye, pero que tenemos que seguir persistiendo, persistiendo, persistiendo.
Hay tantos pasajes en la Escritura que nos hablan de la persistencia de la fe. La fe está vinculada a la persistencia. La fe está vinculada a esfuerzos iniciales que no dan fruto pero que después si tu te mantienes, el Señor bendice y honra. Por eso es que tu no puedes darte por vencido inmediatamente, por eso es que tu no puedes esperar a que venga un angel y te toque con una varita mágica y te salgan estrellitas de la cabeza para entonces tu darle al Señor y vivir una vida de poder, y de fe, y de autoridad y de atrevimiento en el nombre del Señor.
Dios te dice, No, primero muévete en fe y entonces yo te voy a bendecir. ¿Qué hace con la mujer, la viuda de Sarepta? Cuando Elías llega a la casa le dice,... mire qué interesante este pasaje, por ejemplo, Dios le dice a Elías cuando está en el arroyo de Querit, le dice, ve a una mujer viuda en la ciudad de Sarepta porque yo he dado orden de que ella te alimente. él llega donde esta mujer, esta mujer no sabe quién es Elías. Dios no le ha dicho nada a esta mujer, pero Dios dijo, yo he dado orden de que ella te alimente.
Hermano, esto es maravilloso porque hay tantas cosas que Dios declara sobre su pueblo y hay cosas que ya Dios ha declarado sobre tu vida pero ahora falta que tu tires el cable para que lo que Dios ha declarado en el cielo, pueda bajar hasta la tierra y bendecir tu vida. Ese cable es fe. Ese cable es obrar aunque tus emociones, tu mente, tu voluntad digan, ‘no lo hagas porque hay peligro, te vas a resbalar y te vas a romper la cabeza’. Pero tu tienes que obrar en el nombre del Señor porque tu tienes que creer que Dios ha declarado cosas sobre tu vida. Dios ha declarado dones sobre tu vida. Dios quiere bendecir tu vida. Dios te ha llamado no para ser cola, sino para ser cabeza, dice la palabra del Señor. Dios ha dicho, porque yo se los pensamientos que tengo para tu vida, pensamientos de bien y no de mal. Y allí estás tu quejándote de lo injusto que es el mundo, lo malo que es la gente, lo mucho que te odian, lo poco que te comprenden, tus padres que abusaron de ti, que nunca dijeron nada bueno de ti, y Dios está diciendo, ‘pero yo los pensamientos que tengo para ti, pensamientos para bendecirte, pensamientos para darte el fin que tu deseas’.
¿Y a quién vas a creer? A tus emociones, a tu mente, a tus experiencias, o le vas a creer a Dios que ha dicho, ‘yo he dado orden de que tu seas alimentado y de que tu tengas todo lo que tu necesitas.’
Dios le dijo a Elías en un ambiente donde había sequía, hambre por dondequiera. Hoy en día, oímos de problemas económicos, recesiones, deflaciones, inflaciones y todo este tipo de cosas y temblamos. Hermanos, cuando Dios te quiere bendecir, te puede bendecir en el medio del desierto. Dios puede ordenar cuervos que te traigan comida. Dios no conoce de limitaciones. Si nosotros le creyéramos al Señor, si nosotros nos armáramos de una fe agresiva que le crea a Dios y que espere bendición de Dios. Si hay algo que yo puedo decir, hermanos, yo vivo creyendo que Dios me va a bendecir, es algo que yo tengo en mi corazón y en mi espíritu, por eso a veces me meto en líos, porque creo que Dios tiene buenas cosas para mi y que hay más bendiciones de las que ya yo he recibido y a veces eso me permite atreverme a hacer cosas que no parecen muy prudentes, pero yo creo al Señor.
Y cuando uno vive con esa expectativa, esa fe, es una postura de fe. Yo creo que Dios nos da ese tipo de fe en diferentes medidas. Por eso Pablo dice, ‘... a otro fe por el mismo espíritu ...’ pero tu tienes una medida de fe. Hay en ti una medida de fe para hacer cosas grandes, y un poquitito de fe usado por un hombre, o una mujer que se atreva, ese poquitito de fe puede cambiar la historia de la humanidad, si tu crees a Dios. Hay momentos así en que Dios nos habla y tenemos que pedirle al Señor, ‘Padre, dame discernimiento para creerte a ti y para creer’.
Raab, esta mujer también extranjera, Dios le dio una medida de fe en un momento dado. Jericó estaba listo para ser destruido y Dios envía unos espías hebreos que vienen a la ciudad y esta mujer recibe fe para creer que estos hombres vienen de hecho de Dios y que ella será mejor que haga su paz con ellos. Y cuando los vienen a buscar, porque se dan cuenta en el pueblo, de que han venido hombres extranjeros y son espías, ella los esconde, pero antes de esconderles les dice, ‘mire, yo los voy a esconder, vamos a hacer un trato: yo los escondo a ustedes, pero cuando ustedes entren a poseer la tierra, ustedes no van a matarme a mi ni a mi familia, y van a perdonarle la vida a todos mis seres queridos’. Ellos dicen, vamos a hacer el trato’.
Ella los esconde. Vienen a buscarlos, ella les dice una mentira y los protege y entonces cuando vienen a destruir la familia de Raab y Raab quedan ilesos y eso ha cambiado el curso de la historia, porque a Raab la menciona todavía la Biblia y hoy la estamos mencionando aquí tres mil y pico de años después que ella vivió. Esta mujer creyó, recibió una medida de fe en un momento dado para identificar a esos hombres y para actuar sobre lo que ella estaba sintiendo y estaba viendo.
Y así, hermanos, Dios continuamente nos está hablando. Dios quiere que el pueblo de Dios se despierte. Yo siento que Dios me está diciendo ahora mismo, usted hermano, despiértate pueblo mío, abre tus antenas espirituales. Vive en la dimensión de la fe. Atrévete a creerme a mi, emprende cosas atrevidas. Quítate el velo que cubre tu entendimiento, el velo racional, el velo conservador, el velo de timidez, el velo de contar tus monedas antes de lanzarte y créeme y vive una vida agresiva, vive una vida atrevida. Atrévete a creer en mi. Atrévete a pensar cosas grandes. Atrévete a concebir grandes proyectos. Atrévete a creer que tu destino es un destino grandioso y no un destino de anonimato y vive cada día esperando una directiva de mi parte. Vive cada día con tus órdenes en la mano esperando en cualquier momento que yo las voy a activar y voy a hacer algo grande en tu vida. Vive siempre a la expectativa de que yo voy a hablar a tu vida y te voy a bendecir en alguna manera, y te voy a usar en alguna manera.
Hermano, si tu te atreves a creer a Dios de esa forma activar la fe de Dios en ti, tu vida va a cambiar completamente. Muchas de las cosas de las cuales yo disfruto en esta etapa de mi vida es porque hace años yo me atreví a creerle a Dios sobre algo, y todavía, les digo, lo mejor está por delante.
Y yo quiero creer más y más a Dios cada día.
Cuando Elías va donde esta la viuda de Sarepta ya Dios ha dado la orden en el ámbito del espíritu, ya Dios dijo, esta mujer tiene que darte de comer. Pero cuando Elías llega a la casa, ella en el ámbito del tiempo, el espacio, la razón, la vida humana, no ha habido la conexión entre lo que Dios dice..... Dios quiere bendecir a esta mujer y quiere bendecir a su profeta y quiere bendecir incontables generaciones que van a leer esta historia que va a quedar registrada con una ilustración de fe en la Biblia.
Dios ha dado todo eso, en su mente eso está ya registrado pero ahora falta que todas esas conexiones se hagan en la tierra. Elías llega a la casa, la mujer no lo reconoce, pero Elías le dice, ‘mira, mujer, dame algo de comer, dame algo de comer’. Y esta mujer le dice, ‘mira hermano, lo siento en el alma, lo único que nos queda es un poquito de harina, y estoy añadiendo algo ahí al relato, y un poquito de aceite, y mi hijo y yo estamos preparándonos para hacer esto, comérnoslo y morirnos porque ya no hay más comida en toda la tierra.
Muchas veces Dios no contesta inmediatamente lo que tu anhelas porque él quiere que tu te desarrolles, porque si él te da inmediatamente no te desarrollas espiritualmente. Vemos a Dios una y otra vez poniéndonos a esperar porque a veces nuestra mente no está preparada para lo que estamos pidiéndole al Señor, nuestras emociones no están alineadas con la magnitud de lo queremos hacer, nuestra fe no ha llegado a ese nivel. No se ha cumplido toda justicia, la controversia entre Dios y el diablo concerniente a ese milagro que Dios quiere que se de no están totalmente resueltas, y Dios tiene que poner todas las cosas, como un juez legalmente en orden antes de soltar la bendición. Por eso muchas veces nosotros le pedimos al Señor, usted no saben qué luchas se están dando en el reino espiritual hasta que usted reciba la bendición que Dios quiere darle a su vida.
Job no entendía que lo que estaba pasando en el ámbito humano tenía que ver con una controversia legal que se estaba dando en el reino del espíritu entre Dios y Satanás. Hay cosas que Dios quiere dar y soltar.
Ahora, nosotros seguimos trabajando, yo sigo moviéndome en toda obediencia en lo que puedo al Señor, y a veces me impaciento, pero a veces entiendo. Cuando tengo entendimiento se que hay una dimensión en la cual yo mismo no me puedo meter. Ahora, nosotros podemos hacer algo, cuando Dios despierte a Palabras de poder y nuestra gente se santifique, se entregue, comiencen a ayunar, a orar, a no descorazonarse.
Y así, hermanos, en nuestras vidas, en la vida de cada uno de nosotros muchas veces hay controversias demoníacas, hay situaciones que primero tienen que ser arregladas para que la bendición que Dios tiene venga a nuestras vidas. ¿Y qué vamos a hacer nosotros? ¿Vamos a luchar, vamos a persistir, vamos a orar, vamos a clamar, vamos a arreglar nuestras vidas, vamos a atrevernos en el nombre del Señor o nos vamos a quedar pusilánimes acostados y dejar que el diablo se salga con la suya? De ninguna manera, en el nombre del Señor, vamos a persistir, vamos a arreglar nuestras vidas.
Aquí hay guerreros, aquí hay hombres y mujeres que Dios va a hacer grandes cosas a través de ellos. Aquí hay ministerios que Dios está declarando y nosotros tenemos que escoger si nos vamos a quedar pequeñitos o vamos a lanzarnos detrás de nuestra bendición y la vamos a arrebatar sea como sea, como la mujer con el flujo de sangre. Vamos a arrebatarle poder a Dios.
Meditaci.on en la Palabra: Pastor Pepe R. Castañeda