PRISCILA UNA CIERVA
Vamos a aprender algo más de la vida de Priscila, si escudriñamos en la Biblia, acerca de Priscila podemos ver cosas que nos van a enseñar mucho sobre nuestro andar como cristianos.
Priscila siempre estaba identificado con el ministerio de su esposo, ellos eran de gran ayuda el uno para el otro.
En 1ª de Corintios del 16 al 19, Aquila y Priscila, habían vivido en Roma, pero tras la persecución de los judíos por el Emperador Claudio, ellos tuvieron que huir a Corintio, allí se encontraron con Pablo, pero imagina la crisis que tuvieron que pasar al tener que dejar parte de su vida en Roma, hogar, amigos etc. Veamos varios versículos que nos ayudaran a ver mejor, de una forma más clara la vida de Priscila, cierva de Dios.
Hechos 18, 18 y 19, ellos fueron de gran ayuda a Pablo.
Hechos 26, ellos discipulaban y enseñaban a Apolo, debemos recordar que él fue un hombre que Dios usaría poderosamente en la predicación de su palabra.
Ellos proveían hospitalidad, enseñanza, más tarde llegaron a ser pastores, tenían una iglesia en su casa.
Romanos 16, 3 y 5, Ayudantes de Pablo en su ministerio, corriendo los mismos riesgos, persecución y martirio.
2ª de Timoteo 4, 9, Pablo trece años después de su amistad, aún se acuerda de ellos en sus cartas haciendo una mención especial de ellos en las mismas, Dios demanda éste tipo de carácter a las personas que llama a su servicio.
1 Ellos fieles a Dios, no se le recuerda por sus grandes talentos sino porque siempre están, cuando se les necesita.
2 Ellos participaban en la congregación, comprometidos, eran estudiantes de la palabra que enseñaban a otros, hospedadores, con un ministerio de apoyo tremendo para Pablo.
3 Ellos eran personas consagradas, que llegaron a exponer su vida por lo que creían, y sacrificados a favor del ministerio de Pablo.
Probablemente el ministerio de Pablo, no hubiera sido el mismo sin el apoyo de personas como Priscila. La iglesia necesitas hombres y mujeres como Priscila, dispuestos a dar todo por Jesús.
predicación: Pastor José R. Castañeda
publicado por: Andrés Pascual Vela