19 de Abril de 2.009
COMO EDIFICAR NUESTRA VIDA CRISTIANA.
Mateo 7, 24 al 27
Dios está buscando personas, él viene a nuestro encuentro donde estemos, igual que fue a buscar a los discípulos, personalmente Jesús viene a nuestras vidas. Él no hace acepción de personas.
El Señor desea que edifiquemos nuestras vidas en un fundamento, vino para centrar nuestras vidas en lo verdaderamente importante y ser transformados no siendo como éramos, obedecer a Dios es lo mejor que podemos hacer, recuerda que la obediencia trae bendición.
Dios quiere edificar nuestras vidas con cimientos sólidos, “el hombre prudente que edificó su casa sobre la roca”. Cristo nos advierte en no buscar sólo los beneficios de la salvación, lo cual está genial, pero también necesitamos vivir los beneficios y obediencia de la vida en Cristo, intentando agradar a Dios aquí en la tierra, dedicándonos a lo que dice Jesús sabiendo que el ministerio de Jesús sigue hoy en día en su iglesia. Por eso es bueno preguntase ¿qué hago yo? ¿dónde sirvo?, estamos seguros que Jesús estaría donde está la necesidad, en las cárceles, hospitales, desahuciados, viudos etc.
Veamos en la narración de Mateo 7 los dos hombres que edificaron sus casas.
Ambos tenían cosas en comunes, parece ser que las edificaciones estaban en el mismo territorio pues las condiciones fueron las mismas en ambos casos, las pruebas a que fueron sometidas eras iguales. A simple vista las construcciones parecían iguales, pero en realidad no era así, la diferencia estaba en el fundamento, en el interior, en lo que no se ve. Los cimientos de ambas casas eran muy diferentes, uno de los hombre edificó sobre la arena, el otro afirmo los cimientos de su casa sobre la roca. Espiritualmente ocurre igual, si nuestros fundamento nuestro interior esta sobre algo diferente a Jesús, en tiempo de prueba nuestros cimientos pueden “ceder”. Dios quiere transformar nuestro interior, desde lo mas profundo hasta cada area de nuestra vida.
Existe una gran diferencia entre alguien que tiene su vida fundamentada en Cristo y alguien que no la tiene, pues cuando vengan las tormentas, las pruebas, el primero permanecerá, se verá quien tiene sus fundamentos sobre la roca, sobre Cristo.
Nuestra cimentación debe de ser la palabra de Dios, la obediencia a Dios, nuestra motivación debe de ser obedecer y agradar a Dios.
En la narración podemos observar como el hombre prudente cavó hondo se preocupó por los fundamentos, el insensato tenía prisa por edificar, estaba interesado en resultados inmediatos no tenia paciencia, ni prestaba atención a las normas establecidas sino a sus propias normas.
El hombre prudente al igual que debemos hacer en lo espiritual, dedicó tiempo a construir de manera sólida, él busco expertos que le asesoraran, la persona prudente acude a los ministerios que Dios ha puesto buscando consejo. Lo sensato lo verdadero está en obedecer a Dios. Hoy más que nunca debemos marcar la diferencia, las personas, aunque sea algo que va en nuestro interior, deben ver que nuestros cimientos están firmes sobre la roca, no importa que vengan pruebas, no importa que vengan tormentas, nuestros pies están firmes en Cristo y su palabra, Dios nos ha prometido no dejarnos ni desandarnos, nos ha prometido darnos fuerzas como las de las águila. Las pruebas someten a examen a nuestras vidas, nos hacen ver donde Dios nos ha llevado, donde antes fallaba ahora tengo éxito.
Que cada día nuestras vidas estén fundamentadas en Jesús, eso será lo mejor para nuestras vidas.
Dios está buscando personas, él viene a nuestro encuentro donde estemos, igual que fue a buscar a los discípulos, personalmente Jesús viene a nuestras vidas. Él no hace acepción de personas.
El Señor desea que edifiquemos nuestras vidas en un fundamento, vino para centrar nuestras vidas en lo verdaderamente importante y ser transformados no siendo como éramos, obedecer a Dios es lo mejor que podemos hacer, recuerda que la obediencia trae bendición.
Dios quiere edificar nuestras vidas con cimientos sólidos, “el hombre prudente que edificó su casa sobre la roca”. Cristo nos advierte en no buscar sólo los beneficios de la salvación, lo cual está genial, pero también necesitamos vivir los beneficios y obediencia de la vida en Cristo, intentando agradar a Dios aquí en la tierra, dedicándonos a lo que dice Jesús sabiendo que el ministerio de Jesús sigue hoy en día en su iglesia. Por eso es bueno preguntase ¿qué hago yo? ¿dónde sirvo?, estamos seguros que Jesús estaría donde está la necesidad, en las cárceles, hospitales, desahuciados, viudos etc.
Veamos en la narración de Mateo 7 los dos hombres que edificaron sus casas.
Ambos tenían cosas en comunes, parece ser que las edificaciones estaban en el mismo territorio pues las condiciones fueron las mismas en ambos casos, las pruebas a que fueron sometidas eras iguales. A simple vista las construcciones parecían iguales, pero en realidad no era así, la diferencia estaba en el fundamento, en el interior, en lo que no se ve. Los cimientos de ambas casas eran muy diferentes, uno de los hombre edificó sobre la arena, el otro afirmo los cimientos de su casa sobre la roca. Espiritualmente ocurre igual, si nuestros fundamento nuestro interior esta sobre algo diferente a Jesús, en tiempo de prueba nuestros cimientos pueden “ceder”. Dios quiere transformar nuestro interior, desde lo mas profundo hasta cada area de nuestra vida.
Existe una gran diferencia entre alguien que tiene su vida fundamentada en Cristo y alguien que no la tiene, pues cuando vengan las tormentas, las pruebas, el primero permanecerá, se verá quien tiene sus fundamentos sobre la roca, sobre Cristo.
Nuestra cimentación debe de ser la palabra de Dios, la obediencia a Dios, nuestra motivación debe de ser obedecer y agradar a Dios.
En la narración podemos observar como el hombre prudente cavó hondo se preocupó por los fundamentos, el insensato tenía prisa por edificar, estaba interesado en resultados inmediatos no tenia paciencia, ni prestaba atención a las normas establecidas sino a sus propias normas.
El hombre prudente al igual que debemos hacer en lo espiritual, dedicó tiempo a construir de manera sólida, él busco expertos que le asesoraran, la persona prudente acude a los ministerios que Dios ha puesto buscando consejo. Lo sensato lo verdadero está en obedecer a Dios. Hoy más que nunca debemos marcar la diferencia, las personas, aunque sea algo que va en nuestro interior, deben ver que nuestros cimientos están firmes sobre la roca, no importa que vengan pruebas, no importa que vengan tormentas, nuestros pies están firmes en Cristo y su palabra, Dios nos ha prometido no dejarnos ni desandarnos, nos ha prometido darnos fuerzas como las de las águila. Las pruebas someten a examen a nuestras vidas, nos hacen ver donde Dios nos ha llevado, donde antes fallaba ahora tengo éxito.
Que cada día nuestras vidas estén fundamentadas en Jesús, eso será lo mejor para nuestras vidas.
predicación: Pastor José R. Castañeda
publicado: Andrés P. Vela