SEGUIMOS ORANDO Y DANDO GRACIAS A DIOS POR LA ALABANZA EN NUESTRA IGLESIA, COMO EL SEÑOR ESTA OBRANDO A TRAVES DE ELLA Y LE PEDIMOS AL SEÑOR QUE TRAIGA NUEVOS ADORADORES QUE PUEDAN SER PREPARADOS PARA LAS IGLESIAS QUE DIOS VA PLANTAR. LAS MIES ESTAN LISTA ORAD PAR OBREROS PARA LA MIES.
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PEPI MARTINEZ PRESENTO EL CULTO EN ORACION Y COMPARTIO SOBRE EL VERSICULO DE HEBREOS 10:26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, .
MANUELA LOPEZ, PIDIO Y ORO POR LA OFRENDA.
.ADELA MANJON INTRODUJO EL CULTO CON JEREMIAS 20:11 Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada. MUCHAS VECES APARECEN GIGANTES EN NUESTRAS VIDAS PERO DEBEMOS TENERLO CLARO COMO DAVID. 1ª de Samuel 17:26 Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?
MARIANA NOS DESPIDIO EN ORACION.
DIERON TESTIMONIO DE LAS CONVERSIONES EN LAS CARCELES, Y DE APROBAR EL CARNET DE CONDUCIR PEPE R. CASTAÑEDA Y MANUELA LOPEZ, DAMOS GRACIAS A DIOS POR TODO LO QUE EL ESTA HACIENDO EN NOSOTROS Y A TRAVES DE NOSOTROS EN OTRAS VIDAS.
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Jueves, 13 de Mayo de 2.010
COMUNION CONSTANTE CON DIOS
El remedio de Dios para la comunión interrumpida.
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La koinonía no es algo optativo para el creyente. Tampoco lo es para una iglesia. Estar "en Cristo" y ser miembro de su cuerpo requiere comunión con el Cristo vivo. La relación de amor, la koinonía, que tu tienes con Dios es el aspecto más importante de conocerlo, conocer su voluntad y ser capacitado para hacerla.
El remedio de Dios para la comunión interrumpida.
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La koinonía no es algo optativo para el creyente. Tampoco lo es para una iglesia. Estar "en Cristo" y ser miembro de su cuerpo requiere comunión con el Cristo vivo. La relación de amor, la koinonía, que tu tienes con Dios es el aspecto más importante de conocerlo, conocer su voluntad y ser capacitado para hacerla.
La koinonía es esencial para los personas y las iglesias, si han de experimentar la vitalidad de los creyentes del Nuevo Testamento. La comunión íntima con Dios y su Hijo produce comunión íntima con otros creyentes. Sólo Dios puede producir esta comunión genuina. La suprema expresión de la comunión divina se manifiesta cuando personas son atraídas a una comunión espiritual viva a pesar de sus diferencias.
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¿Cuál es la más grande demostración del poder de Dios para crear y mantener comunión entre la gente?
La comunión cristiana entre personas diferentes en cuanto a trasfondo social y económico.
Cuando caen las barreras humanas y las personas con grandes diferencias pueden vivir juntas en paz, el mundo ve algo que sólo Dios puede hacer. En el reino de Dios ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús (Gá. 3.28). Esta koinonía creada por el Espíritu Santo es mantenida también sólo por el Espíritu Santo. Sin embargo, la koinonía con Dios y con los demás puede verse amenazada e incluso interrumpirse.
Algunas veces la comunión entre hermanos en la fe se rompe debido a que uno de ellos peca y rompe su comunión con Dios. En ese caso tu orarás por cada hermano, y harás todo cuanto puedas para ayudarlas a regresar al Señor.
Una comunión interrumpida con otro creyente en Cristo indica una relación interrumpida con Dios. Tu siempre debes empezar a mirar tu propia relación con el Señor. La ruptura empieza en tu relación con Dios. No empieza en tu relación con otro creyente. Si tu comunión con Dios se rompe, no podrás continuar en comunión con Él o con los demás creyentes. Primero permitir que Dios restaure la comunión con Él.
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El pecado rompe la koinonía con Dios
El pecado te separa de la comunión íntima con Dios. Otros nombres que se dan en la Biblia al pecado son transgresión, iniquidad y maldad. Tu pecas contra Dios cuando:
· Cuando te equivocas y fallas en el propósito que Él tiene para ti.
· Te rebelas contra Él y te niegas a seguirlo.
· Comete actos de maldad, iniquidad o inmoralidad.
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¿Cuál es la más grande demostración del poder de Dios para crear y mantener comunión entre la gente?
La comunión cristiana entre personas diferentes en cuanto a trasfondo social y económico.
Cuando caen las barreras humanas y las personas con grandes diferencias pueden vivir juntas en paz, el mundo ve algo que sólo Dios puede hacer. En el reino de Dios ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús (Gá. 3.28). Esta koinonía creada por el Espíritu Santo es mantenida también sólo por el Espíritu Santo. Sin embargo, la koinonía con Dios y con los demás puede verse amenazada e incluso interrumpirse.
Algunas veces la comunión entre hermanos en la fe se rompe debido a que uno de ellos peca y rompe su comunión con Dios. En ese caso tu orarás por cada hermano, y harás todo cuanto puedas para ayudarlas a regresar al Señor.
Una comunión interrumpida con otro creyente en Cristo indica una relación interrumpida con Dios. Tu siempre debes empezar a mirar tu propia relación con el Señor. La ruptura empieza en tu relación con Dios. No empieza en tu relación con otro creyente. Si tu comunión con Dios se rompe, no podrás continuar en comunión con Él o con los demás creyentes. Primero permitir que Dios restaure la comunión con Él.
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El pecado rompe la koinonía con Dios
El pecado te separa de la comunión íntima con Dios. Otros nombres que se dan en la Biblia al pecado son transgresión, iniquidad y maldad. Tu pecas contra Dios cuando:
· Cuando te equivocas y fallas en el propósito que Él tiene para ti.
· Te rebelas contra Él y te niegas a seguirlo.
· Comete actos de maldad, iniquidad o inmoralidad.
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Al pecar contra Dios, tu comunión con El se interrumpe. En el Antiguo Testamento esta interrupción en la relación se simboliza por el ocultamiento del rostro. El rostro de la persona incluye los principales órganos de la comunicación. Los ojos ven. El oído oye. La boca habla.
Aunque Dios no tiene un cuerpo físico, el "rostro" de Dios representaba su presencia, aceptación y aprobación. Cuando Dios ocultaba su rostro era señal de rechazo, desaprobación y ausencia.
La palabra "rostro".
· Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento (Isaías 54.8).
· Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné (Isaías 57.17).
· Escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades (Isaías 64.7).
· Escondí mi rostro de esta ciudad a causa de toda su maldad (Jeremías 33.5).
Al pecar contra Dios, tu comunión con El se interrumpe. En el Antiguo Testamento esta interrupción en la relación se simboliza por el ocultamiento del rostro. El rostro de la persona incluye los principales órganos de la comunicación. Los ojos ven. El oído oye. La boca habla.
Aunque Dios no tiene un cuerpo físico, el "rostro" de Dios representaba su presencia, aceptación y aprobación. Cuando Dios ocultaba su rostro era señal de rechazo, desaprobación y ausencia.
La palabra "rostro".
· Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento (Isaías 54.8).
· Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné (Isaías 57.17).
· Escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades (Isaías 64.7).
· Escondí mi rostro de esta ciudad a causa de toda su maldad (Jeremías 33.5).
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La parte del "rostro" de Dios que participa en cada una de las siguientes porciones bíblicas.
1. Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado (Salmo 66.18).
2. Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír (Isaías 59.2).
3. He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán (Amós 8.11-12).
4. Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él (Habacuc 1.13).
La parte del "rostro" de Dios que participa en cada una de las siguientes porciones bíblicas.
1. Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado (Salmo 66.18).
2. Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír (Isaías 59.2).
3. He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán (Amós 8.11-12).
4. Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él (Habacuc 1.13).
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Cuando la Biblia dice que Dios escondió su rostro, ¿qué quiere decir? ¿Por qué esconde Dios su rostro?
Dios no esconde su rostro por miedo. Lo esconde por su ira contra el pecado. La acción muestra que Él retira la experiencia de su presencia, indica su rechazo al pecado. Cuando eso ocurre se rompe nuestra comunión con Dios. oídos, boca, ojos. No es de sorprenderse que el salmista clamara: ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? (Sal. 13.1). La comunión con Dios es el privilegio más preciado del hijo de Dios. El rostro oculto de Dios es una de las más terribles disciplinas.
Inclusive la disciplina de Dios viene como una expresión de amor, destinada a traemos de regreso a la comunión con Él (He. 12.11) 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.. Esta experiencia también tiene lugar en el grupo: familia, iglesia, denominación o nación.
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El remedio de Dios para el pecado
Gracias a Dios que Él nos ha dado el remedio para el pecado y la comunión interrumpida: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Jn. 1.9)
Tu confiesas tus pecados cuando te pones de acuerdo con Dios respecto a la terrible naturaleza del mal que has cometido. La confesión y el arrepentimiento van juntos. Tu te arrepientes del pecado cuando da media vuelta y te alejas del pecado, y retornas a Dios. Cuando se rompe tu comunión con Dios debido al pecado, debes confesarlo y alejarte de él. Vuélvete a Dios y Él te perdonará y restablecerá tu relación con Él.
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Cuando la koinonía con Dios se rompe debido al pecado, ¿qué debes hacer para ser perdonado?
No se pueden enumerar todas las maneras en que una persona puede pecar contra Dios.
Todo pecado rompe la koinonía con Dios. El remedio que Dios ha provisto para el pecado es que tu te pongas de acuerdo con Él, te alejes de tu pecado, y regreses a Él. Tu debes confesar tus pecados y arrepentirte.
Cuando pecas, el Espíritu Santo te convence de pecado. Dios quiere que tu siempre permanezca en una relación correcta con Él. Cuando tu no respondes a la convicción que produce el Espíritu Santo, Dios te disciplina. La disciplina de Dios siempre tiene la intención de traerte de regreso a la koinonía con Él.
Si no respondes inmediatamente a la disciplina, Él enviará sobre ti juicios más severos para llamarte la atención (Lv. 26). Estos juicios pueden venir sobre la familia, la iglesia, la denominación o incluso la nación. Cuando Dios envía juicios sobre su pueblo, también ofrece perdón y sanidad a la tierra.
Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra (2 Crónicas 7.13-14).
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1. Cuando Dios envia juicio sobre su pueblo, ¿cuáles cuatro cosas debe hacer el pueblo para que la koinonía sea restaurada?
El remedio de Dios para restaurar la comunión con Él exige humildad, oración, buscar su rostro (buscar la experiencia de su presencia) y arrepentirse (alejarse del pecado).
2. ¿Cuáles tres cosas promete hacer Dios cuando su pueblo regrese a Él?
Sus promesas son oír, perdonar y sanar la tierra. En Números 6.24-26 Dios les dijo a los sacerdotes que elevaran una oración por el pueblo.
jehová te bendiga, y te guarde;
jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
jehová alce su rostro sobre ti, y ponga en ti paz.
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Resumen de la enseñanza acerca del remedio de Dios para el pecado.
EL REMEDIO DE DIOS PARA EL PECADO
· Humíllate. No trates de justificarte. No te aferres al orgullo.
· Ora. Dios oye la oración de arrepentimiento.
· Confiesa a Dios tu pecado. Ponte de acuerdo con Él en cuanto a lo que anda mal. Confiésalo a todos los que han sido afectados directamente por tu pecado, y pídeles perdón (Mt. 5.23-24).
· Arrepiéntete. Aléjate de tus caminos pecaminosos, y regresa a Dios y sus caminos.
· Busca el rostro de Dios. Procura renovar tu comunión con Él. Háblale. Escucha su voz.
· Si tu pecado es un problema presente, confiésalo a algún hermano en la fe y pídele que ore para que seas librado de esa esclavitud (Stg. 5.16).
· Laméntalo. Pídele a Dios ayuda para comprender cómo Él se siente acerca de tu pecado. Él desea que tu lo lamentes. Cuando tu corazón se quebrante por el pecado, habrá menos probabilidad de que repitas la ofensa (Sal. 51.17).
· Sométete a Dios. Resiste al diablo. Purifica tu corazón (Stg. 4.7-10).
· Reclama las promesas de perdón, limpieza y sanidad (2 Cr. 7.14; 1 Jn. 1.9).
· Luego, vive en la victoria que Jesús da, mediante el poder de su resurrección.
¿Cuál fue la enseñanza más significativa para ti?
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RESUMEN.
· La koinonía es creada y mantenida por el Espíritu Santo.
· La comunión interrumpida con otro creyente indica una relación interrumpida con Dios.
· El pecado rompe la koinonía con Dios.
· La disciplina y el juicio de Dios son expresiones de su amor.
Cuando la Biblia dice que Dios escondió su rostro, ¿qué quiere decir? ¿Por qué esconde Dios su rostro?
Dios no esconde su rostro por miedo. Lo esconde por su ira contra el pecado. La acción muestra que Él retira la experiencia de su presencia, indica su rechazo al pecado. Cuando eso ocurre se rompe nuestra comunión con Dios. oídos, boca, ojos. No es de sorprenderse que el salmista clamara: ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? (Sal. 13.1). La comunión con Dios es el privilegio más preciado del hijo de Dios. El rostro oculto de Dios es una de las más terribles disciplinas.
Inclusive la disciplina de Dios viene como una expresión de amor, destinada a traemos de regreso a la comunión con Él (He. 12.11) 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.. Esta experiencia también tiene lugar en el grupo: familia, iglesia, denominación o nación.
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El remedio de Dios para el pecado
Gracias a Dios que Él nos ha dado el remedio para el pecado y la comunión interrumpida: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Jn. 1.9)
Tu confiesas tus pecados cuando te pones de acuerdo con Dios respecto a la terrible naturaleza del mal que has cometido. La confesión y el arrepentimiento van juntos. Tu te arrepientes del pecado cuando da media vuelta y te alejas del pecado, y retornas a Dios. Cuando se rompe tu comunión con Dios debido al pecado, debes confesarlo y alejarte de él. Vuélvete a Dios y Él te perdonará y restablecerá tu relación con Él.
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Cuando la koinonía con Dios se rompe debido al pecado, ¿qué debes hacer para ser perdonado?
No se pueden enumerar todas las maneras en que una persona puede pecar contra Dios.
Todo pecado rompe la koinonía con Dios. El remedio que Dios ha provisto para el pecado es que tu te pongas de acuerdo con Él, te alejes de tu pecado, y regreses a Él. Tu debes confesar tus pecados y arrepentirte.
Cuando pecas, el Espíritu Santo te convence de pecado. Dios quiere que tu siempre permanezca en una relación correcta con Él. Cuando tu no respondes a la convicción que produce el Espíritu Santo, Dios te disciplina. La disciplina de Dios siempre tiene la intención de traerte de regreso a la koinonía con Él.
Si no respondes inmediatamente a la disciplina, Él enviará sobre ti juicios más severos para llamarte la atención (Lv. 26). Estos juicios pueden venir sobre la familia, la iglesia, la denominación o incluso la nación. Cuando Dios envía juicios sobre su pueblo, también ofrece perdón y sanidad a la tierra.
Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra (2 Crónicas 7.13-14).
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1. Cuando Dios envia juicio sobre su pueblo, ¿cuáles cuatro cosas debe hacer el pueblo para que la koinonía sea restaurada?
El remedio de Dios para restaurar la comunión con Él exige humildad, oración, buscar su rostro (buscar la experiencia de su presencia) y arrepentirse (alejarse del pecado).
2. ¿Cuáles tres cosas promete hacer Dios cuando su pueblo regrese a Él?
Sus promesas son oír, perdonar y sanar la tierra. En Números 6.24-26 Dios les dijo a los sacerdotes que elevaran una oración por el pueblo.
jehová te bendiga, y te guarde;
jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
jehová alce su rostro sobre ti, y ponga en ti paz.
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Resumen de la enseñanza acerca del remedio de Dios para el pecado.
EL REMEDIO DE DIOS PARA EL PECADO
· Humíllate. No trates de justificarte. No te aferres al orgullo.
· Ora. Dios oye la oración de arrepentimiento.
· Confiesa a Dios tu pecado. Ponte de acuerdo con Él en cuanto a lo que anda mal. Confiésalo a todos los que han sido afectados directamente por tu pecado, y pídeles perdón (Mt. 5.23-24).
· Arrepiéntete. Aléjate de tus caminos pecaminosos, y regresa a Dios y sus caminos.
· Busca el rostro de Dios. Procura renovar tu comunión con Él. Háblale. Escucha su voz.
· Si tu pecado es un problema presente, confiésalo a algún hermano en la fe y pídele que ore para que seas librado de esa esclavitud (Stg. 5.16).
· Laméntalo. Pídele a Dios ayuda para comprender cómo Él se siente acerca de tu pecado. Él desea que tu lo lamentes. Cuando tu corazón se quebrante por el pecado, habrá menos probabilidad de que repitas la ofensa (Sal. 51.17).
· Sométete a Dios. Resiste al diablo. Purifica tu corazón (Stg. 4.7-10).
· Reclama las promesas de perdón, limpieza y sanidad (2 Cr. 7.14; 1 Jn. 1.9).
· Luego, vive en la victoria que Jesús da, mediante el poder de su resurrección.
¿Cuál fue la enseñanza más significativa para ti?
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RESUMEN.
· La koinonía es creada y mantenida por el Espíritu Santo.
· La comunión interrumpida con otro creyente indica una relación interrumpida con Dios.
· El pecado rompe la koinonía con Dios.
· La disciplina y el juicio de Dios son expresiones de su amor.
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Meditación en la Palabra: Pastor Pepe R. Castañeda
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