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IGNACIO MARTINEZ PIDIO Y ORO POR LA OFRENDA DANDO GRACIAS POR ELLA AL SEÑOR Y PIDIENDO POR LOS DADORES ALEGRES.
PEPI MARTINEZ NOS INTRIDUJO LA PALABRA (SANTIAGO, 1:19-27) "DEBEMOS SER NO SOLO OIDORES SINO HACEDORES DE SU PALABRA."
FRAN LOPEZ, RAMON OLMO, MARIANA VARGAS Y PACO ASENSIO DIERON TESTIMONIO PARA LA GLORIA DE DIOS DE LA EVANGELIZACION EN LAS CARCELES, DE LO QUE EL SEÑOR ESTA HACIENDO CON EL REPARTO DE MEDICAMENTOS EN LAS IGLESIAS DE CUBA COMO PERSONAS ESTAN CONOCIANDO AL SEÑOR A TRAVES DE LA NECESIDAD DE MEDICACION QUE LES OFRENDAMOS, DE ORACIONES CONTESTADAS AL MOMENTO Y DE LO QUE EL SEÑOR ESTA HACIENDO CON LAS PERSONAS QUE ESTAN PREDICANDO EN LAS CARCELES RESPECTIVAMENTE.
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Domingo, 21 de Agosto de 2.011
NO QUIERO, HERMANOS, QUE IGNOREIS ACERCA DE LOS DONES ESPIRITUALES. PARTE Y II
1ª Corintios, 12:1
NO QUIERO, HERMANOS, QUE IGNOREIS ACERCA DE LOS DONES ESPIRITUALES. PARTE Y II
1ª Corintios, 12:1
En otras palabras, él le va a dar aquí a los corintios una lección muy importante acerca del mundo del espíritu, le va a dar una lección muy profunda.
“.... quiero que sepan que nadie que hable en el espíritu de Dios...... – la preposición real es en el espíritu de Dios - ..... nadie que hable en el espíritu, recibiendo revelación de Dios, conforme al espíritu del Señor, llama anatema a Jesús y nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo....”
De nuevo, en el griego original la idea es ‘nadie que habla en el espíritu dice maldito sea Jesús, y nadie que habla en el espíritu o la persona que habla en el espíritu solamente puede decir, Jesús es el Señor’, Jesús es el Señor. O puede decir, sea maldito el Jesús. Nadie que habla en el espíritu puede maldecir a Jesús o contradecir el Señorío de Jesús.
Ahí usted tiene una primera lección: él les dice a los corintios, disciernan los espíritus. Él le está hablando a gente que estaba metida en la idolatría, habían estado metidas en la idolatría y había el peligro de que esa gente transfiriera alguna de sus creencias paganas, idólatras al Evangelio y que pensaran quizás que Jesús era simplemente un Dios más y que lo debían incluir entre todos los demás dioses que tenían en su panteón y pues continuar adorando a Jesús, pero también continuar metidos con otros dioses que eran contrarios a todo lo que representa el señorío de Jesucristo.
Y cuánta gente hoy en día, hermanos, caen en ese error, cuánta gente en nuestros países, por la mañana van a misa y después en la tarde o durante la semana se dan un viajecito por ahí al lugar de la santería, o a la farmacia para comprar una medicina o algo, o una cuestión.... o van a la adivina, o van a la casa de la santera o lo que sea, o se dan un baño por allá en un sitio, o lo que sea, y están comulgando con dioses que son contrarios al Dios que es Jesucristo.
Y la palabra del Señor dice, Pablo les quiere decir una cosa clara, solamente el que reconoce el señorío de Jesús, no vayan a ningún otro lugar, disciernan los espíritus. Y hermanos, nosotros como cristianos tenemos que discernir los espíritus. Si nuestra iglesia va a entrar más de lleno en las cosas del Espíritu Santo, tenemos que poner un fundamento sólido.
Y yo creo que antes de que una iglesia comience a hacer mal las cosas con respecto a las cosas del espíritu y los dones, primero tiene que poner una buena malla de seguridad debajo. ¿Sabe cuál es esa malla? La palabra de Dios, porque todo lo que sucede en el espíritu tiene que ser medido.
¿Cuántos saben que el Espíritu Santo no es el único espíritu? Hay espíritu diabólico también, es más, muchas veces en una congregación hay fenómenos son o demoníacos o son espirituales o pueden ser simplemente de la carne, cosas neuróticas. Una persona se levanta, comienza a profetizar, y lo que está haciendo es tirándole piedras al pastor que no le cae bien, y eso es lo que pasa por profecía.
Otra persona, oh, el Señor me dice que tu te tienes que casar con fulanito y dejar a tu esposo. El Señor reprenda al diablo, eso no es de Dios. Hay iglesias que se han separado, se han divido porque no han sabido sujetar a un profeta o a una profetiza a la palabra del Señor, ¿sabe eso? Y el diablo, muchas veces envía gente mal dirigida en el mejor de los casos para destruir y sembrar caos en una congregación. Una iglesia tiene siempre que administrar los dones, discernir los espíritus. Hay lenguas, por ejemplo, que no son de Dios, ¿sabe usted eso? Hay personas que hablan en lenguas. El diablo habla en lenguas, él habla todos los idiomas, fijate lo viejo que es, ha tenido tiempo para haber aprendido todos los idiomas del mundo ya. Él habla lenguas.
Yo he escuchado gente endemoniada hablar en lenguas. Y hay personas contaminadas y a veces que no lo saben inclusive y están en las iglesias y tienen espíritus malignos y no lo saben.
Hay mucha contaminación, hay mucho misterio, por eso Pablo dice, ‘no quiero que ignoren acerca de las cosas del espíritu’. Y muchas iglesias se meten en las cosas del Espíritu Santo pero no desarrollan una teología que les permita navegar esas aguas peligrosas. Porque cuando usted se compra una antena del Espíritu Santo pentecostal, sepa que en esa antena se pueden meter también demonios y extraterrestres y cantidad de otros seres que usted no pensaba. Y por eso es que uno tiene que saber discernir a la luz de la palabra qué es de Dios y qué es de Satanás y que es del hombre.
Y Pablo pone aquí una de las formas. Los demonios odian a Jesús, odian la sangre de Jesús y odian confesar el señorío de Cristo. De nuevo, experiencia propia, no solamente mía sino de mucha gente.
Cuando una persona está endemoniada y usted ordena, ‘Confiesa que Jesucristo es el Señor’, eso es como tirarle fuego a un animal. Salen corriendo, no resisten, no pueden confesarle porque es estructuralmente contrario a lo que ellos representan. Eso es como le echan aceite caliente en la boca. No pueden hacerlo.
Y de paso, una de las formas para saber, hay veces que usted puede estar en una cesión de liberación durante mucho tiempo, y el diablo le quiere hacer pensar que se fue.
Mira que malo es Satanás. Y hay formas de encubrirse el demonio, y yo he descubierto que una de las maneras de saber si una persona está verdaderamente libre es ordenarle que confiese que Jesucristo es su Señor y su Salvador y ahí muchas veces sale a luz otra vez que el demonio todavía está escondido allí, o que queda algo todavía que está escondido debajo de la.... porque hay capas y capas de demonización muchas veces. Es una gran manera, pero esto es mucho más profundo.
Pero miren, vayamos por un momentito a Primera de Juan, Capítulo 4, uno de los grandes versículos acerca del discernimiento. Porque de nuevo, esa es la cosa, si usted está en el mundo del espíritu no debe ser ignorante, no todo lo que brilla es oro. A veces le van a meter gato por liebre, tenga cuidado. Si usted está en el espíritu, si se está moviendo en las cosas del espíritu fundamentese bien en la palabra del Señor, estudie la palabra de Dios. Vivimos en tiempos peligrosos, hermanos, y tenemos que saber muy bien cómo navegar las aguas del espíritu.
Mire lo que dice el Apóstol Juan, este es otro Apóstol ahora, no es Pablo, sino el Apóstol Juan complementando, porque es una palabra, es el espíritu que anima a Juan y anima a Pablo diciendo la misma cosa. Mire, dice en el Capítulo 4, versículo 1, dice:
“Amados, no creáis a todo espíritu sino probad los espíritus si son de Dios.....”
Pruebe los espíritus a ver si son de Dios. No todo espíritu de Dios y se lo está diciendo a cristianos en el contexto de la iglesia. En una iglesia se pueden colar otras .... aún actitudes que no son de Dios pero también pueden ser virtuales, reales espíritus. Entonces, recuerde eso, no todo lo que usted escucha, ve, experimenta, es necesariamente de Dios.
Es interesante, antes de continuar con esto, se me viene a la memoria porque no quiero que se me olvide, hay un pasaje misteriosísimo en la Escritura de un rey pagano, infiel, impío que llama a profetas a que vengan a profetizarle y es un tiempo caótico en la vida de Israel.
Había mucha impureza, mucha mala doctrina por donde quiera y un rey maligno. Y este rey llama a los profetas para que le profeticen, había ahí cantidad de profetas falsos, y dice la Biblia que Dios, mire esto, mandó un espíritu de engaño para que le profetizara al rey. Y el rey quería saber si iba a pelear contra un cierto pueblo enemigo y el profeta este le dijo, si, Dios me ha dicho que sí que vayas y pelees porque lo vas a destruir completamente. Un profeta que tenía un espíritu de engaño dentro de él. Y había un profeta de Dios allí.... y el rey sabía que este hombre era un profeta de Dios, y le dice, ‘bueno, ¿y a ti, qué te dice el espíritu?
Le dijo, ve, y pelea que vas a vencerlo. Y el rey sabía que le estaba diciendo una mentira y le dice, ‘dime la verdad’. Entonces dijo, ‘bueno, si tu vas, vas a estar huyendo por dondequiera de ese rey porque te van a derrotar’. Y entonces el otro profeta falso le dice, y cómo tu me acusas a mi de decir una falsedad, ¿por dónde se fue el espíritu de Dios? Inclusive abofeteó al otro profeta. Pero asimismo fue, este rey empecinadamente se mandó a atacar al otro rey, y efectivamente fue derrotado y avergonzado completamente.
La dinámica profética es muy compleja, hermanos. Y hay mucha gente que cree que porque uno no está obrando sobre todo lo que se escucha, que uno no es espiritual. No, es que es la palabra de Dios. Cuando hay profecía en una iglesia, dice la palabra, y lo vamos a ver más adelante:
“.... profeticen dos o tres en orden y los demás disciernan, juzguen, los demás determinen si es de Dios o no porque el enemigo usa a veces la buena voluntad y el deseo del pueblo de Dios de recibir revelación para meter su propia enseñanza dañina para contaminar a un pueblo.
Entonces, la dinámica del espíritu es muy compleja, hermanos, no es si o no. Hay muchas variantes en el medio de si o no, y el pueblo de Dios necesita discernimiento, necesita sabiduría, necesita que Dios envíe su espíritu y sobretodo necesita conocer bien la palabra de Dios y juzgar todo lo que sucede conforme a la palabra del Señor.
Una de las formas de juzgar un espíritu es, no solamente si confiesa a Jesucristo verbalmente, mecánicamente, sino si sus frutos representan el espíritu de Jesucristo. Yo creo que más que simplemente decir mecánicamente es que emana de esa vida, que frutos produce ese ministerio, que enseñanza sale de esa boca mirándola en términos generales a lo largo de varios mensaje o de la experiencia en Dios que tiene un ministerio.
¿Está el espíritu de Cristo expresado en ese ministerio? Hay una abundancia de referencia a la obra y la persona y los frutos y las obras de Jesucristo.
Yo me pongo expectante cuando escucho ministerios o veo ministerios que usted puede estar escuchando un sermón 40 minutos y no hay ni una mención de Jesús, no hay una mención de las cosas profundas del espíritu. Y usted siente que hay como un vacío, hay un desierto espiritual. Hay mucho conocimiento de cabeza, y hay mucha teología inclusive que alaga a los sentidos o al intelecto, o al orgullo espiritual, pero hay poco del carácter y la profundidad que que tiene que ver con las cosas del espíritu.
Y usted tiene que tener entonces mucho cuidado, hermano. Vivimos tiempos malos, donde dice la palabra que habrá doctrinas de error por dondequiera. La gente tendrá comezón de oír y se amontonarán maestros que le dirán a la gente lo que quieren escuchar, no la palabra de Dios.
Y hoy en día, hermanos, hay tanta enseñanza que se parece a la enseñanza de Jesucristo pero que no lo es, porque muchas veces el diablo lo único que tiene que hacer es cambiar una coma, u omitir una palabra, o poner una cosa en otro lugar para cambiar completamente su significado. Y nosotros tenemos que discernir en el espíritu, tenemos que llevarnos más bien de lo que pasa en las entrañas del espíritu porque hay veces que usted va a sentir algo y ese va a ser el espíritu de Dios que le está diciendo, ‘Esta persona no es de Dios’.
Hay tanto cristiano que va por dondequiera. ¿Cuántos me han preguntado alguna vez, puedo ir....? Yo siempre les digo ‘claro que si, vayan, visiten otras iglesias. A mi me encanta tener comunión’.
Pero tengamos cuidado a donde vamos, hermanos. Cuidemos donde comemos. Hoy en día, hay mucha inmundicia que está saliendo de la radio de la televisión y de muchos ministerios y muchas iglesias que no es palabra de Dios. Hay mucho seminario enseñando palabra que no es de Dios, mucho maestro, hoy en día, y tenemos que preguntarnos, ¿quiero yo someterme a esa energía espiritual? Cuando usted reciba palabra, no solamente se deje llevar de cómo habla la persona. El diablo puede tumbar al mas pintado. No se deje llevar.... Dice la Biblia bien claro que en los últimos tiempos el diablo hará milagros que si no tuvieran la protección de Dios, engañarían aún a los escogidos. El diablo puede hacer cualquier milagro y puede hacer cualquier cosa para querer engañarnos.
Recuerdan el pasaje de Moisés, cuando Dios le dio a Moisés la señal de la serpiente, tira la vara, la vara se convierte en una serpiente. Y Moisés dijo, me van a tener que creer porque imagínate, quién puede hacer eso. Dios le da una vara, dice, ‘tírala al suelo, la vara se convierte en una serpiente. Ahora, coge la serpiente y otra vez se convierte en una vara’.
¿Si usted viera eso no se arrodillaría enseguida a pedir perdón por sus pecados? Diría, Señor, gloria a Dios, aquí está la gloria de Dios.
Y Moisés va delante de faraón con su señal y llega ante faraón y le dice, ‘Tiene que creer en mi porque mira lo que yo hago.....tira la vara y la vara se convierte en una serpiente. Y los sabios de faraón comienzan a reírse a carcajadas y cogen sus varas también y las tiran y también se convierten en serpientes, igual a lo que iba a hacer Moisés también que Dios le dijo. Y me imagino que Moisés habrá preguntado, bueno, ¿y ahora qué hago? No me dijeron el plan B. ¿Dónde está el plan B? Pero, gloria a Dios, dice que la serpiente de Moisés se comió a las otras serpientes, ellas no estaban esperando eso. Gloria al Señor.
Pero lo que les quiero decir es que el diablo para engañar puede hacer muchos milagros y muchas sanidades. Hay mucha gente que van a una adivina, o donde una santera o un sanador para que le sane, y ¿saben qué? Se sanan, porque el diablo es el origen de toda enfermedad y él puede aguantar su efecto dañino por un rato, pero ¿saben qué? Después le cobra con intereses esa sanidad. Es más, si estabas cojo, sales después paralítico, le amputan la pierna completamente. Y si no su vida queda contaminada espiritualmente, Porque ya usted le dio entrada al espíritu maligno, al espíritu anatema, al espíritu que no reconoce el señorío de Cristo.
El único espíritu que usted debe estar consultando y al cual usted debe acudir es el espíritu de Cristo Jesús, el Espíritu Santo, el espíritu de Dios. No haga nada que no reconozca el señorío de Cristo. No haga nada que no responda al nombre de Jesús, los dones que se usan son de Dios, vienen de Dios y regresan a Dios. Nadie que le diga a usted que tiene un don y lo está usando excepto a través del nombre exclusivo de Jesús, merece estar en contacto con usted.
Y nosotros tenemos que examinar las energías, por eso es que yo digo, hay mucha gente digamos que tienen dones proféticos, tienen dones del espíritu, pero yo les digo, ‘No se quede solamente con eso. No crea que porque usted tiene el don de la sanidad, ya usted es lo maximo, como dicen por ahí, que ya no tiene que ir a hacer discipulado o estudiar la palabra.
Hay gente que cree, bueno, ya yo tengo un don profético así que yo ya no necesito nada mas. Es más, yo voy a enseñarle al pastor, y se creen que ya lo tienen todo.
Usted necesita ahora prepararse con la enseñanza de la palabra de Dios, pulir su don, fortalecer su don con la palabra y asegúrese también de que su carácter proyecte el espíritu, la mansedumbre, el amor, la humildad de Cristo Jesús, que el señorío de Cristo se manifieste en su vida, sus acciones y sus relaciones interpersonales. Porque yo veo mucho don profético, mucho don espiritual empobrecido por una falta de carácter y de madurez espiritual.
Y el hecho de que una persona, de que una congregación tenga muchos dones no quiere decir que tiene el verdadero espíritu de Dios y de Jesucristo en ella.
Los corintios...... ¿por qué Pablo le escribe estos asuntos a los corintios y por qué escribe Primera de Corintos, Capítulo 13, después de hablar de los dones? ¿Y por qué entra, después de hablar de los dones, acerca del cuerpo y de la necesidad de unificar los diferentes dones y que no podemos a uno que tiene un don de no ser del espíritu porque no tiene el don que yo tengo. Porque entre los corintios había divisiones, había peleas, había favoritismo, había de que, bueno, yo soy de Dios pero tu no lo eres, porque tu no hablas lo mismo que yo hablo. Había divisiones.
En el Capítulo 11, antes del 12, habla de la santa cena donde comían alocadamente, no se esperaban unos a otros, no se amaban. El que tenía mucho dinero comía un gran manjar y el otro allí con su tortilla, en la santa cena. Y Pablo decía, ¿dónde está el amor de Dios en ustedes, dónde está el orden de Dios en ustedes? Y entonces comienza a hablar en Primera de Corintios, Capítulo 12 acerca del verdadero uso.
Hermano, el que tu tengas un don no quiere decir necesariamente que tu tienes el espíritu de Jesús dentro de ti, tienes que tener las dos cosas. Es increíble pero es cierto.
¿Qué dice Pablo en Primera de Corintios, 13, dice ‘..... si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, asumiendo que se puede hacer eso, soy como címbalo que retiñe, como metal que resuena.... Si tuviese fe, de manera que trasladase las montañas de un lado al otro y no tengo amor, nada soy...’
¿Por qué? Porque lo externo no es suficiente, es lo que está en el corazón. Si tu no expresas el amor de Jesús. Si tus obras, tu vida, tu ministerio, tu don no está fundamentado en la Palabra, y lleno del espíritu de Jesucristo, no lo vas hacer bien.
Por eso hermanos es que yo digo, mira si Dios te ha dado un don, asegúrate de que ese don tenga un engaste que honre el don. ¿Sabe lo que es un engaste? Un anillo con una joya, está la joya, y la gente piensa en la joya, ¿pero qué del engaste? Es decir, el metal en el cual está engastada la joya, donde está fijada la joya.
Usted ha visto alguna vez un gran diamante enganchado en papel de aluminio, un diamante de tres millones de euros en un anillo de papel de aluminio.
Yo no lo he visto todavía, o en una hoja de lata. Un diamante se pone en oro o hasta en platino u otra cosa que sea al nivel del diamante para enriquecerlo y embellecerlo.
Y así mismo es, el don del hombre o la mujer tiene que estar engastado en un carácter de Dios, en un conocimiento de la palabra, en una vida quebrantada por el espíritu, conocedora de su debilidad, conocedora de que el don es de Dios, no de él o de ella y que si no lo cuida, Dios lo pone en paro. Y que si no se cuida, el diablo inclusive, puede desvirtuar el don y llevarlo en direcciones contrarias.
¿Cuántos grandes hombres de Dios a través de la historia comenzaron muy bien y después comenzaron a creerselo? Yo soy la encarnación de fulanito, o Jesucristo hecho hombre y terminan en la herejía, y terminan en la doctrina y la demonización inclusive, porque no tenían el espíritu correcto, permitieron que el orgullo se metiera en ellos y tantas otras cosas.
Así que lo que digo, hermanos, es tengamos cuidado, tengamos cuidado lo que frecuentamos, lo que escuchamos, dónde comemos espiritualmente, con quién comulgamos. Y tengamos cuidado de nosotros mismos, nuestro corazón porque cuando nos movemos en el espíritu, se desatan una fuerzas increíbles. Esto es como coger un cable eléctrico de 6.000 voltios de poder y si usted no lo agarra cuidadosamente, le va a carbonizar su propia vida primero, los dones cuando no se unan bien hacen daño alrededor, a todo el mundo. Eso es serio.
Por eso Pablo dice ‘no quiero que ignoréis acerca de las cosas espirituales porque las cosas espirituales son profundas. No es si o no, es extremadamente sutil y hay que conocer la palabra de Dios bien a fondo para saber cómo navegar esas aguas profundas, porque cuando uno viene a ver se mete otra cosa, otra energía que no es la de Dios.
Entonces, cuando Pablo va a comenzar a hablar de los dones, lo primero que dice es, ‘si van a trabajar con el electricidad, póngase unos buenos guantes de goma y no pisen agua.
’ Si alguien va a usar una energía, lo primero que tiene que saber es cómo manejar esa energía porque le puede explotar en la cara. Entonces por eso Pablo comienza con una palabra de cautela.
Entonces, mire lo que dice de nuevo, un largo desvío, pero yo creo que es importante. Primera Juan, Capítulo 4, dice: “Amados, no creáis a todo espíritu.....sino probad los espíritus si son de Dios porque muchos falsos profetas han salido por el mundo....”
Ahora, mire como él dice como se conoce un espíritu divino, el Espíritu Santo, dice:
“....En esto conoced el espíritu de Dios, dice, todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios.....”
Apunte eso y escríbalo ahí, métalo en su cartera. Dice que un espíritu tiene que estar dispuesto a admitir que Jesucristo vino en la carne. Óigame, eso es profundo, eso es como para volarle la tapa de los sesos a cualquiera si se pone a pensar en eso. Tiene que poder confesar cómodamente que Jesucristo vino en la carne. No fue que se puso un traje de humano, no, sino que vino en carne, encarnó. Parece que en ese reconocimiento hay una verdad muy profunda.
Sabe que la encarnación de Cristo es el centro mismo de la obra salvífica de Dios. Fue en la cruz que Cristo crucificó, dice que despojó a los principados y a las potestades. Si él hubiera sido una proyección no hubiera podido conseguir lo que consiguió en la cruz. Tenía que él sufrir en carne, tenía que ser azotado, tenía que ser vejado, tenía que caminar aquí en la tierra, tenía que pagar por nuestros pecados, tenía que encarnar a la humanidad en su propia humanidad y morir por ella en representación de ella en la cruz. En la cruz estaba Dios y estaba el hombre, perfectamente los dos. Para que se diera la obra salvífica de Jesús tenía que morir el hombre ahí en la cruz. El Hijo del hombre, la esencia de la humanidad tenía que morir allí. Y si no se dio eso, no hubo salvación y por eso entonces, si un espíritu no reconoce ese profundo hecho entonces no es de Dios, porque al reconocerlo está reconociendo todo lo que lo derrotó, todo lo que le quitó su poder, todo lo que le quitó las uñas, todo lo que neutralizó sus reclamos sobre la humanidad.
Entonces, por eso es que ese espíritu tiene que reconocer que Jesucristo vino en carne, porque al reconocer eso está firmando un documento legal que dice, ‘vino en carne, me derrotó, me sacó las uñas y mató a la muerte y mató todo lo que destruía a la humanidad’.
Entonces Juan dice, “...todo espíritu que confiesa que Jesucristo vino en carne es de Dios y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo el cual vosotros habéis oído que viene y que ahora está en el mundo...”
Eso es tremendo.... Mire lo que dice el versículo 6 también, “... nosotros somos de Dios, el que conoce a Dios nos oye; el que no es de Dios, no nos oye, en esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error....”
¿Sabe? Si una persona es hija de salvación cuando usted le hable va a ver resonancia en su ser, pero si no es hijo de salvación es como hablarle a un muerto, es como meterle una aguja a un muerto, no va a sentir nada, porque no está en los planes de Dios. Dios no ha activado su espíritu para que entienda.
Las cosas del espíritu son muy profundas, hermanos, son tremendamente profundas, y la iglesia de Jesucristo tiene que ser igualmente profunda. Tenemos que discernir los espíritus, tenemos que tener cuidado, qué representa, qué siento, qué veo yo a través de la palabra del Señor.
“... por tanto os hago saber que nadie que hable por el espíritu de Dios llama anatema a Jesús, y nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo....” Gloria al Señor. Amen.
Discernamos los espíritus. No tenga temor de indagar más a fondo cuando alguien viene a usted con una profecía. No tenga temor de preguntar.... usted me escucha a mi predicar la mayoría de los domingos, no tenga temor de decir, eso que dijo el pastor, no me convence. Voy a buscar en la Biblia a ver si es de Dios o no.’ A mi no me ofenderá en lo mas mínimo, al contrario, lo voy a alabar y le voy a decir, ‘hermano, lo felicito por su entereza’, porque a veces se me puede escapar una de ellas.
Pero la idea es, dondequiera que usted vaya, discierna. Alguien le viene con una profecía, mire a ver si hace resonancia en su espíritu. Y la persona que da una profecía, dígale con humildad. Si usted siente que el Señor le ha dado una profecía para alguien, no venga con una voz así estruendosa y como que tienes que recibir lo que yo digo y si no eres un impío. Dígale, ‘hermano, yo siento que Dios me está diciendo esto para su vida’. Ahora, vaya en oración y busque confirmación de Dios. A mi me encanta ese tipo de profeta. Y usted dice ‘gracias, hermano, lo voy a meditar y voy a orar sobre el asunto y voy a sopesarlo.
No hay nada de falta de fe en eso, al contrario, eso es bíblico y las congregaciones por igual deben..... yo se que aquí hay mucha gente discernidora y que discierne en el espíritu. Hay unos que tienen una antena que llegan hasta el techo, pero el caso que eso es bueno, en una iglesia es bueno que haya discernimiento, que no todo sea inmediatamente recibido y aceptado y sellado con la estampa de aprobación, porque no todo espíritu es de Dios, aún en el mundo evangélico, cristiano, hay mucha contaminación, mucho contagio. Y tenemos que tener mucho cuidado.
No quiero que ignoréis acerca de las cosas del espíritu..... No quiero que seamos ignorantes, sino que seamos advertidos, seamos sabios.
Yo deseo una iglesia llena del Espíritu Santo y deseo una iglesia donde se muevan los dones. Entienda eso. No malinterprete esta enseñanza, es todo lo contrario. Yo quiero proveer un buen lugar, un buen espacio, a donde esos dones se puedan mover, así que vamos a ejercerlos.
Los dones son para ser ejercitados, para ser usados en el nombre de Jesús. Gracias, te adoramos, Señor. Bendito sea el nombre de Jesús.
“.... quiero que sepan que nadie que hable en el espíritu de Dios...... – la preposición real es en el espíritu de Dios - ..... nadie que hable en el espíritu, recibiendo revelación de Dios, conforme al espíritu del Señor, llama anatema a Jesús y nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo....”
De nuevo, en el griego original la idea es ‘nadie que habla en el espíritu dice maldito sea Jesús, y nadie que habla en el espíritu o la persona que habla en el espíritu solamente puede decir, Jesús es el Señor’, Jesús es el Señor. O puede decir, sea maldito el Jesús. Nadie que habla en el espíritu puede maldecir a Jesús o contradecir el Señorío de Jesús.
Ahí usted tiene una primera lección: él les dice a los corintios, disciernan los espíritus. Él le está hablando a gente que estaba metida en la idolatría, habían estado metidas en la idolatría y había el peligro de que esa gente transfiriera alguna de sus creencias paganas, idólatras al Evangelio y que pensaran quizás que Jesús era simplemente un Dios más y que lo debían incluir entre todos los demás dioses que tenían en su panteón y pues continuar adorando a Jesús, pero también continuar metidos con otros dioses que eran contrarios a todo lo que representa el señorío de Jesucristo.
Y cuánta gente hoy en día, hermanos, caen en ese error, cuánta gente en nuestros países, por la mañana van a misa y después en la tarde o durante la semana se dan un viajecito por ahí al lugar de la santería, o a la farmacia para comprar una medicina o algo, o una cuestión.... o van a la adivina, o van a la casa de la santera o lo que sea, o se dan un baño por allá en un sitio, o lo que sea, y están comulgando con dioses que son contrarios al Dios que es Jesucristo.
Y la palabra del Señor dice, Pablo les quiere decir una cosa clara, solamente el que reconoce el señorío de Jesús, no vayan a ningún otro lugar, disciernan los espíritus. Y hermanos, nosotros como cristianos tenemos que discernir los espíritus. Si nuestra iglesia va a entrar más de lleno en las cosas del Espíritu Santo, tenemos que poner un fundamento sólido.
Y yo creo que antes de que una iglesia comience a hacer mal las cosas con respecto a las cosas del espíritu y los dones, primero tiene que poner una buena malla de seguridad debajo. ¿Sabe cuál es esa malla? La palabra de Dios, porque todo lo que sucede en el espíritu tiene que ser medido.
¿Cuántos saben que el Espíritu Santo no es el único espíritu? Hay espíritu diabólico también, es más, muchas veces en una congregación hay fenómenos son o demoníacos o son espirituales o pueden ser simplemente de la carne, cosas neuróticas. Una persona se levanta, comienza a profetizar, y lo que está haciendo es tirándole piedras al pastor que no le cae bien, y eso es lo que pasa por profecía.
Otra persona, oh, el Señor me dice que tu te tienes que casar con fulanito y dejar a tu esposo. El Señor reprenda al diablo, eso no es de Dios. Hay iglesias que se han separado, se han divido porque no han sabido sujetar a un profeta o a una profetiza a la palabra del Señor, ¿sabe eso? Y el diablo, muchas veces envía gente mal dirigida en el mejor de los casos para destruir y sembrar caos en una congregación. Una iglesia tiene siempre que administrar los dones, discernir los espíritus. Hay lenguas, por ejemplo, que no son de Dios, ¿sabe usted eso? Hay personas que hablan en lenguas. El diablo habla en lenguas, él habla todos los idiomas, fijate lo viejo que es, ha tenido tiempo para haber aprendido todos los idiomas del mundo ya. Él habla lenguas.
Yo he escuchado gente endemoniada hablar en lenguas. Y hay personas contaminadas y a veces que no lo saben inclusive y están en las iglesias y tienen espíritus malignos y no lo saben.
Hay mucha contaminación, hay mucho misterio, por eso Pablo dice, ‘no quiero que ignoren acerca de las cosas del espíritu’. Y muchas iglesias se meten en las cosas del Espíritu Santo pero no desarrollan una teología que les permita navegar esas aguas peligrosas. Porque cuando usted se compra una antena del Espíritu Santo pentecostal, sepa que en esa antena se pueden meter también demonios y extraterrestres y cantidad de otros seres que usted no pensaba. Y por eso es que uno tiene que saber discernir a la luz de la palabra qué es de Dios y qué es de Satanás y que es del hombre.
Y Pablo pone aquí una de las formas. Los demonios odian a Jesús, odian la sangre de Jesús y odian confesar el señorío de Cristo. De nuevo, experiencia propia, no solamente mía sino de mucha gente.
Cuando una persona está endemoniada y usted ordena, ‘Confiesa que Jesucristo es el Señor’, eso es como tirarle fuego a un animal. Salen corriendo, no resisten, no pueden confesarle porque es estructuralmente contrario a lo que ellos representan. Eso es como le echan aceite caliente en la boca. No pueden hacerlo.
Y de paso, una de las formas para saber, hay veces que usted puede estar en una cesión de liberación durante mucho tiempo, y el diablo le quiere hacer pensar que se fue.
Mira que malo es Satanás. Y hay formas de encubrirse el demonio, y yo he descubierto que una de las maneras de saber si una persona está verdaderamente libre es ordenarle que confiese que Jesucristo es su Señor y su Salvador y ahí muchas veces sale a luz otra vez que el demonio todavía está escondido allí, o que queda algo todavía que está escondido debajo de la.... porque hay capas y capas de demonización muchas veces. Es una gran manera, pero esto es mucho más profundo.
Pero miren, vayamos por un momentito a Primera de Juan, Capítulo 4, uno de los grandes versículos acerca del discernimiento. Porque de nuevo, esa es la cosa, si usted está en el mundo del espíritu no debe ser ignorante, no todo lo que brilla es oro. A veces le van a meter gato por liebre, tenga cuidado. Si usted está en el espíritu, si se está moviendo en las cosas del espíritu fundamentese bien en la palabra del Señor, estudie la palabra de Dios. Vivimos en tiempos peligrosos, hermanos, y tenemos que saber muy bien cómo navegar las aguas del espíritu.
Mire lo que dice el Apóstol Juan, este es otro Apóstol ahora, no es Pablo, sino el Apóstol Juan complementando, porque es una palabra, es el espíritu que anima a Juan y anima a Pablo diciendo la misma cosa. Mire, dice en el Capítulo 4, versículo 1, dice:
“Amados, no creáis a todo espíritu sino probad los espíritus si son de Dios.....”
Pruebe los espíritus a ver si son de Dios. No todo espíritu de Dios y se lo está diciendo a cristianos en el contexto de la iglesia. En una iglesia se pueden colar otras .... aún actitudes que no son de Dios pero también pueden ser virtuales, reales espíritus. Entonces, recuerde eso, no todo lo que usted escucha, ve, experimenta, es necesariamente de Dios.
Es interesante, antes de continuar con esto, se me viene a la memoria porque no quiero que se me olvide, hay un pasaje misteriosísimo en la Escritura de un rey pagano, infiel, impío que llama a profetas a que vengan a profetizarle y es un tiempo caótico en la vida de Israel.
Había mucha impureza, mucha mala doctrina por donde quiera y un rey maligno. Y este rey llama a los profetas para que le profeticen, había ahí cantidad de profetas falsos, y dice la Biblia que Dios, mire esto, mandó un espíritu de engaño para que le profetizara al rey. Y el rey quería saber si iba a pelear contra un cierto pueblo enemigo y el profeta este le dijo, si, Dios me ha dicho que sí que vayas y pelees porque lo vas a destruir completamente. Un profeta que tenía un espíritu de engaño dentro de él. Y había un profeta de Dios allí.... y el rey sabía que este hombre era un profeta de Dios, y le dice, ‘bueno, ¿y a ti, qué te dice el espíritu?
Le dijo, ve, y pelea que vas a vencerlo. Y el rey sabía que le estaba diciendo una mentira y le dice, ‘dime la verdad’. Entonces dijo, ‘bueno, si tu vas, vas a estar huyendo por dondequiera de ese rey porque te van a derrotar’. Y entonces el otro profeta falso le dice, y cómo tu me acusas a mi de decir una falsedad, ¿por dónde se fue el espíritu de Dios? Inclusive abofeteó al otro profeta. Pero asimismo fue, este rey empecinadamente se mandó a atacar al otro rey, y efectivamente fue derrotado y avergonzado completamente.
La dinámica profética es muy compleja, hermanos. Y hay mucha gente que cree que porque uno no está obrando sobre todo lo que se escucha, que uno no es espiritual. No, es que es la palabra de Dios. Cuando hay profecía en una iglesia, dice la palabra, y lo vamos a ver más adelante:
“.... profeticen dos o tres en orden y los demás disciernan, juzguen, los demás determinen si es de Dios o no porque el enemigo usa a veces la buena voluntad y el deseo del pueblo de Dios de recibir revelación para meter su propia enseñanza dañina para contaminar a un pueblo.
Entonces, la dinámica del espíritu es muy compleja, hermanos, no es si o no. Hay muchas variantes en el medio de si o no, y el pueblo de Dios necesita discernimiento, necesita sabiduría, necesita que Dios envíe su espíritu y sobretodo necesita conocer bien la palabra de Dios y juzgar todo lo que sucede conforme a la palabra del Señor.
Una de las formas de juzgar un espíritu es, no solamente si confiesa a Jesucristo verbalmente, mecánicamente, sino si sus frutos representan el espíritu de Jesucristo. Yo creo que más que simplemente decir mecánicamente es que emana de esa vida, que frutos produce ese ministerio, que enseñanza sale de esa boca mirándola en términos generales a lo largo de varios mensaje o de la experiencia en Dios que tiene un ministerio.
¿Está el espíritu de Cristo expresado en ese ministerio? Hay una abundancia de referencia a la obra y la persona y los frutos y las obras de Jesucristo.
Yo me pongo expectante cuando escucho ministerios o veo ministerios que usted puede estar escuchando un sermón 40 minutos y no hay ni una mención de Jesús, no hay una mención de las cosas profundas del espíritu. Y usted siente que hay como un vacío, hay un desierto espiritual. Hay mucho conocimiento de cabeza, y hay mucha teología inclusive que alaga a los sentidos o al intelecto, o al orgullo espiritual, pero hay poco del carácter y la profundidad que que tiene que ver con las cosas del espíritu.
Y usted tiene que tener entonces mucho cuidado, hermano. Vivimos tiempos malos, donde dice la palabra que habrá doctrinas de error por dondequiera. La gente tendrá comezón de oír y se amontonarán maestros que le dirán a la gente lo que quieren escuchar, no la palabra de Dios.
Y hoy en día, hermanos, hay tanta enseñanza que se parece a la enseñanza de Jesucristo pero que no lo es, porque muchas veces el diablo lo único que tiene que hacer es cambiar una coma, u omitir una palabra, o poner una cosa en otro lugar para cambiar completamente su significado. Y nosotros tenemos que discernir en el espíritu, tenemos que llevarnos más bien de lo que pasa en las entrañas del espíritu porque hay veces que usted va a sentir algo y ese va a ser el espíritu de Dios que le está diciendo, ‘Esta persona no es de Dios’.
Hay tanto cristiano que va por dondequiera. ¿Cuántos me han preguntado alguna vez, puedo ir....? Yo siempre les digo ‘claro que si, vayan, visiten otras iglesias. A mi me encanta tener comunión’.
Pero tengamos cuidado a donde vamos, hermanos. Cuidemos donde comemos. Hoy en día, hay mucha inmundicia que está saliendo de la radio de la televisión y de muchos ministerios y muchas iglesias que no es palabra de Dios. Hay mucho seminario enseñando palabra que no es de Dios, mucho maestro, hoy en día, y tenemos que preguntarnos, ¿quiero yo someterme a esa energía espiritual? Cuando usted reciba palabra, no solamente se deje llevar de cómo habla la persona. El diablo puede tumbar al mas pintado. No se deje llevar.... Dice la Biblia bien claro que en los últimos tiempos el diablo hará milagros que si no tuvieran la protección de Dios, engañarían aún a los escogidos. El diablo puede hacer cualquier milagro y puede hacer cualquier cosa para querer engañarnos.
Recuerdan el pasaje de Moisés, cuando Dios le dio a Moisés la señal de la serpiente, tira la vara, la vara se convierte en una serpiente. Y Moisés dijo, me van a tener que creer porque imagínate, quién puede hacer eso. Dios le da una vara, dice, ‘tírala al suelo, la vara se convierte en una serpiente. Ahora, coge la serpiente y otra vez se convierte en una vara’.
¿Si usted viera eso no se arrodillaría enseguida a pedir perdón por sus pecados? Diría, Señor, gloria a Dios, aquí está la gloria de Dios.
Y Moisés va delante de faraón con su señal y llega ante faraón y le dice, ‘Tiene que creer en mi porque mira lo que yo hago.....tira la vara y la vara se convierte en una serpiente. Y los sabios de faraón comienzan a reírse a carcajadas y cogen sus varas también y las tiran y también se convierten en serpientes, igual a lo que iba a hacer Moisés también que Dios le dijo. Y me imagino que Moisés habrá preguntado, bueno, ¿y ahora qué hago? No me dijeron el plan B. ¿Dónde está el plan B? Pero, gloria a Dios, dice que la serpiente de Moisés se comió a las otras serpientes, ellas no estaban esperando eso. Gloria al Señor.
Pero lo que les quiero decir es que el diablo para engañar puede hacer muchos milagros y muchas sanidades. Hay mucha gente que van a una adivina, o donde una santera o un sanador para que le sane, y ¿saben qué? Se sanan, porque el diablo es el origen de toda enfermedad y él puede aguantar su efecto dañino por un rato, pero ¿saben qué? Después le cobra con intereses esa sanidad. Es más, si estabas cojo, sales después paralítico, le amputan la pierna completamente. Y si no su vida queda contaminada espiritualmente, Porque ya usted le dio entrada al espíritu maligno, al espíritu anatema, al espíritu que no reconoce el señorío de Cristo.
El único espíritu que usted debe estar consultando y al cual usted debe acudir es el espíritu de Cristo Jesús, el Espíritu Santo, el espíritu de Dios. No haga nada que no reconozca el señorío de Cristo. No haga nada que no responda al nombre de Jesús, los dones que se usan son de Dios, vienen de Dios y regresan a Dios. Nadie que le diga a usted que tiene un don y lo está usando excepto a través del nombre exclusivo de Jesús, merece estar en contacto con usted.
Y nosotros tenemos que examinar las energías, por eso es que yo digo, hay mucha gente digamos que tienen dones proféticos, tienen dones del espíritu, pero yo les digo, ‘No se quede solamente con eso. No crea que porque usted tiene el don de la sanidad, ya usted es lo maximo, como dicen por ahí, que ya no tiene que ir a hacer discipulado o estudiar la palabra.
Hay gente que cree, bueno, ya yo tengo un don profético así que yo ya no necesito nada mas. Es más, yo voy a enseñarle al pastor, y se creen que ya lo tienen todo.
Usted necesita ahora prepararse con la enseñanza de la palabra de Dios, pulir su don, fortalecer su don con la palabra y asegúrese también de que su carácter proyecte el espíritu, la mansedumbre, el amor, la humildad de Cristo Jesús, que el señorío de Cristo se manifieste en su vida, sus acciones y sus relaciones interpersonales. Porque yo veo mucho don profético, mucho don espiritual empobrecido por una falta de carácter y de madurez espiritual.
Y el hecho de que una persona, de que una congregación tenga muchos dones no quiere decir que tiene el verdadero espíritu de Dios y de Jesucristo en ella.
Los corintios...... ¿por qué Pablo le escribe estos asuntos a los corintios y por qué escribe Primera de Corintos, Capítulo 13, después de hablar de los dones? ¿Y por qué entra, después de hablar de los dones, acerca del cuerpo y de la necesidad de unificar los diferentes dones y que no podemos a uno que tiene un don de no ser del espíritu porque no tiene el don que yo tengo. Porque entre los corintios había divisiones, había peleas, había favoritismo, había de que, bueno, yo soy de Dios pero tu no lo eres, porque tu no hablas lo mismo que yo hablo. Había divisiones.
En el Capítulo 11, antes del 12, habla de la santa cena donde comían alocadamente, no se esperaban unos a otros, no se amaban. El que tenía mucho dinero comía un gran manjar y el otro allí con su tortilla, en la santa cena. Y Pablo decía, ¿dónde está el amor de Dios en ustedes, dónde está el orden de Dios en ustedes? Y entonces comienza a hablar en Primera de Corintios, Capítulo 12 acerca del verdadero uso.
Hermano, el que tu tengas un don no quiere decir necesariamente que tu tienes el espíritu de Jesús dentro de ti, tienes que tener las dos cosas. Es increíble pero es cierto.
¿Qué dice Pablo en Primera de Corintios, 13, dice ‘..... si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, asumiendo que se puede hacer eso, soy como címbalo que retiñe, como metal que resuena.... Si tuviese fe, de manera que trasladase las montañas de un lado al otro y no tengo amor, nada soy...’
¿Por qué? Porque lo externo no es suficiente, es lo que está en el corazón. Si tu no expresas el amor de Jesús. Si tus obras, tu vida, tu ministerio, tu don no está fundamentado en la Palabra, y lleno del espíritu de Jesucristo, no lo vas hacer bien.
Por eso hermanos es que yo digo, mira si Dios te ha dado un don, asegúrate de que ese don tenga un engaste que honre el don. ¿Sabe lo que es un engaste? Un anillo con una joya, está la joya, y la gente piensa en la joya, ¿pero qué del engaste? Es decir, el metal en el cual está engastada la joya, donde está fijada la joya.
Usted ha visto alguna vez un gran diamante enganchado en papel de aluminio, un diamante de tres millones de euros en un anillo de papel de aluminio.
Yo no lo he visto todavía, o en una hoja de lata. Un diamante se pone en oro o hasta en platino u otra cosa que sea al nivel del diamante para enriquecerlo y embellecerlo.
Y así mismo es, el don del hombre o la mujer tiene que estar engastado en un carácter de Dios, en un conocimiento de la palabra, en una vida quebrantada por el espíritu, conocedora de su debilidad, conocedora de que el don es de Dios, no de él o de ella y que si no lo cuida, Dios lo pone en paro. Y que si no se cuida, el diablo inclusive, puede desvirtuar el don y llevarlo en direcciones contrarias.
¿Cuántos grandes hombres de Dios a través de la historia comenzaron muy bien y después comenzaron a creerselo? Yo soy la encarnación de fulanito, o Jesucristo hecho hombre y terminan en la herejía, y terminan en la doctrina y la demonización inclusive, porque no tenían el espíritu correcto, permitieron que el orgullo se metiera en ellos y tantas otras cosas.
Así que lo que digo, hermanos, es tengamos cuidado, tengamos cuidado lo que frecuentamos, lo que escuchamos, dónde comemos espiritualmente, con quién comulgamos. Y tengamos cuidado de nosotros mismos, nuestro corazón porque cuando nos movemos en el espíritu, se desatan una fuerzas increíbles. Esto es como coger un cable eléctrico de 6.000 voltios de poder y si usted no lo agarra cuidadosamente, le va a carbonizar su propia vida primero, los dones cuando no se unan bien hacen daño alrededor, a todo el mundo. Eso es serio.
Por eso Pablo dice ‘no quiero que ignoréis acerca de las cosas espirituales porque las cosas espirituales son profundas. No es si o no, es extremadamente sutil y hay que conocer la palabra de Dios bien a fondo para saber cómo navegar esas aguas profundas, porque cuando uno viene a ver se mete otra cosa, otra energía que no es la de Dios.
Entonces, cuando Pablo va a comenzar a hablar de los dones, lo primero que dice es, ‘si van a trabajar con el electricidad, póngase unos buenos guantes de goma y no pisen agua.
’ Si alguien va a usar una energía, lo primero que tiene que saber es cómo manejar esa energía porque le puede explotar en la cara. Entonces por eso Pablo comienza con una palabra de cautela.
Entonces, mire lo que dice de nuevo, un largo desvío, pero yo creo que es importante. Primera Juan, Capítulo 4, dice: “Amados, no creáis a todo espíritu.....sino probad los espíritus si son de Dios porque muchos falsos profetas han salido por el mundo....”
Ahora, mire como él dice como se conoce un espíritu divino, el Espíritu Santo, dice:
“....En esto conoced el espíritu de Dios, dice, todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios.....”
Apunte eso y escríbalo ahí, métalo en su cartera. Dice que un espíritu tiene que estar dispuesto a admitir que Jesucristo vino en la carne. Óigame, eso es profundo, eso es como para volarle la tapa de los sesos a cualquiera si se pone a pensar en eso. Tiene que poder confesar cómodamente que Jesucristo vino en la carne. No fue que se puso un traje de humano, no, sino que vino en carne, encarnó. Parece que en ese reconocimiento hay una verdad muy profunda.
Sabe que la encarnación de Cristo es el centro mismo de la obra salvífica de Dios. Fue en la cruz que Cristo crucificó, dice que despojó a los principados y a las potestades. Si él hubiera sido una proyección no hubiera podido conseguir lo que consiguió en la cruz. Tenía que él sufrir en carne, tenía que ser azotado, tenía que ser vejado, tenía que caminar aquí en la tierra, tenía que pagar por nuestros pecados, tenía que encarnar a la humanidad en su propia humanidad y morir por ella en representación de ella en la cruz. En la cruz estaba Dios y estaba el hombre, perfectamente los dos. Para que se diera la obra salvífica de Jesús tenía que morir el hombre ahí en la cruz. El Hijo del hombre, la esencia de la humanidad tenía que morir allí. Y si no se dio eso, no hubo salvación y por eso entonces, si un espíritu no reconoce ese profundo hecho entonces no es de Dios, porque al reconocerlo está reconociendo todo lo que lo derrotó, todo lo que le quitó su poder, todo lo que le quitó las uñas, todo lo que neutralizó sus reclamos sobre la humanidad.
Entonces, por eso es que ese espíritu tiene que reconocer que Jesucristo vino en carne, porque al reconocer eso está firmando un documento legal que dice, ‘vino en carne, me derrotó, me sacó las uñas y mató a la muerte y mató todo lo que destruía a la humanidad’.
Entonces Juan dice, “...todo espíritu que confiesa que Jesucristo vino en carne es de Dios y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo el cual vosotros habéis oído que viene y que ahora está en el mundo...”
Eso es tremendo.... Mire lo que dice el versículo 6 también, “... nosotros somos de Dios, el que conoce a Dios nos oye; el que no es de Dios, no nos oye, en esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error....”
¿Sabe? Si una persona es hija de salvación cuando usted le hable va a ver resonancia en su ser, pero si no es hijo de salvación es como hablarle a un muerto, es como meterle una aguja a un muerto, no va a sentir nada, porque no está en los planes de Dios. Dios no ha activado su espíritu para que entienda.
Las cosas del espíritu son muy profundas, hermanos, son tremendamente profundas, y la iglesia de Jesucristo tiene que ser igualmente profunda. Tenemos que discernir los espíritus, tenemos que tener cuidado, qué representa, qué siento, qué veo yo a través de la palabra del Señor.
“... por tanto os hago saber que nadie que hable por el espíritu de Dios llama anatema a Jesús, y nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo....” Gloria al Señor. Amen.
Discernamos los espíritus. No tenga temor de indagar más a fondo cuando alguien viene a usted con una profecía. No tenga temor de preguntar.... usted me escucha a mi predicar la mayoría de los domingos, no tenga temor de decir, eso que dijo el pastor, no me convence. Voy a buscar en la Biblia a ver si es de Dios o no.’ A mi no me ofenderá en lo mas mínimo, al contrario, lo voy a alabar y le voy a decir, ‘hermano, lo felicito por su entereza’, porque a veces se me puede escapar una de ellas.
Pero la idea es, dondequiera que usted vaya, discierna. Alguien le viene con una profecía, mire a ver si hace resonancia en su espíritu. Y la persona que da una profecía, dígale con humildad. Si usted siente que el Señor le ha dado una profecía para alguien, no venga con una voz así estruendosa y como que tienes que recibir lo que yo digo y si no eres un impío. Dígale, ‘hermano, yo siento que Dios me está diciendo esto para su vida’. Ahora, vaya en oración y busque confirmación de Dios. A mi me encanta ese tipo de profeta. Y usted dice ‘gracias, hermano, lo voy a meditar y voy a orar sobre el asunto y voy a sopesarlo.
No hay nada de falta de fe en eso, al contrario, eso es bíblico y las congregaciones por igual deben..... yo se que aquí hay mucha gente discernidora y que discierne en el espíritu. Hay unos que tienen una antena que llegan hasta el techo, pero el caso que eso es bueno, en una iglesia es bueno que haya discernimiento, que no todo sea inmediatamente recibido y aceptado y sellado con la estampa de aprobación, porque no todo espíritu es de Dios, aún en el mundo evangélico, cristiano, hay mucha contaminación, mucho contagio. Y tenemos que tener mucho cuidado.
No quiero que ignoréis acerca de las cosas del espíritu..... No quiero que seamos ignorantes, sino que seamos advertidos, seamos sabios.
Yo deseo una iglesia llena del Espíritu Santo y deseo una iglesia donde se muevan los dones. Entienda eso. No malinterprete esta enseñanza, es todo lo contrario. Yo quiero proveer un buen lugar, un buen espacio, a donde esos dones se puedan mover, así que vamos a ejercerlos.
Los dones son para ser ejercitados, para ser usados en el nombre de Jesús. Gracias, te adoramos, Señor. Bendito sea el nombre de Jesús.
Meditación de la palabra: Pastor Pepe R. Castañeda