PRESENTO EL CULTO IGNACIO MARTINEZ ORANDO Y PONIENDO TODO EN MANOS DEL ESPIRITU SANTO. PIDIO Y ORO POR LA OFRENDA MARIANA VARGAS DANDO GRACIAS A DIOS POR ELLA. LA INTRODUCCION A LA PALABRA LA HIZO ADELA MANJON (SALMO, 34:18) "CADA VEZ QUE TERMINA UN PROBLEMA OTRO OTRO ESPERA PARA OCUPAR SU LUGAR". PILAR NOS DESPIDIO EN ORACION DANDO GRACIAS POR TODO.
PEPE R. CASTAÑEDA DIO TESTIMONIO PARA LA GLORIA DE DIOS DE TODO LO QUE EL ESTA HACIENDO EN SU VIDA, POR QUE EL TODOS LOS DIAS HACE LAS COSAS NUEVAS EL PROBLEMA ES QUE NOSOTROS NO LE PRESTEMOS ATENCION A LO QUE EL HACE. NO PODEMOS NI POR UN MOMENTO PRESCINDIR DE LA COMUNION CON DIOS POR QUE SI NO LA TENEMOS NO PODREMOS TENER LA RELACION QUE NECESITAMOS TENER PARA CONOCERLO CADA DIA MAS, SUS CAMINOS, SUS PROPOSITOS SUS PLANES PARA PODER OBEDECERLE Y TENER LA BENDICION PROMETIDA.
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Jueves, 13 de Octubre de 2.011
VIVIR AVIVADO, VIVIR SIEMPRE EN AVIVAMIENTO
Viviendo la vision, orando por la vision, confirmacion de la vision.
El avivamiento solo perdura con oración y visión.
El Martes dia 11 del presente mes de Octubre en devocional privado de por la mañana leyendo la hoja del calendario "La Buena Semilla" el Señor empezo hablarme con los versiculos de cabecera de esta publicacion, Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
Salmo 119:67 Ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Hebreos 12:11
Esto me puso a meditar y reflexionar en que es lo que Dios queria hacerme ver, pensaba ¿mas humillacion? ¿mas disciplina Señor? En mi devocional privado leo la palabra sistematicamente cada dia y me tocaba por Exodo, 3:1-22 Lei este capitulo entero y el Señor me paro en los versiculos 21 y 22, 3:21 Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías; 3:22 sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto.
El avivamiento solo perdura con oración y visión.
El Martes dia 11 del presente mes de Octubre en devocional privado de por la mañana leyendo la hoja del calendario "La Buena Semilla" el Señor empezo hablarme con los versiculos de cabecera de esta publicacion, Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra.
Salmo 119:67 Ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Hebreos 12:11
Esto me puso a meditar y reflexionar en que es lo que Dios queria hacerme ver, pensaba ¿mas humillacion? ¿mas disciplina Señor? En mi devocional privado leo la palabra sistematicamente cada dia y me tocaba por Exodo, 3:1-22 Lei este capitulo entero y el Señor me paro en los versiculos 21 y 22, 3:21 Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías; 3:22 sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto.
Empece a entender lo que El Señor me estaba diciendo y es que el nos proveera de lo necesario despues de la preparacion con la que nos ha estado capacitando a traves de la humillacion ante su poderosa palabra y como nos ha estado disciplinando de una forma especias en este tiempo de pruebas y tribulaciones para prepararnos para la mision que nos dado a traves de la vision que ha puesto en nuestro corazon: LA GRAN COMISION.
Si el Espíritu Santo es nuestro maestro y compañero de oración, comienza una revolución espiritual. En los grandes avivamientos la oración fue la actividad mas importante de las vidas santas y piadosas que lideraron esos tiempos preciosos de ganar almas.
Cuando un dia Dios me llevo a a Oseas, 4:6 y me hizo entender que sin conocimiento (sin la vision de Dios) su pueblo no se podria gobernar y pereceria, me di cuenta de lo importante que es conocer cada dia mas a Dios, sus planes, sus propositos y este conocimiento es impodible si el El Espiritu Santo. Cuando fui consciente de la visión, comprendi que es un proceso que nunca termina. La visión es facil que se pierda o se equivoque si no caminamos tomados de la mano de Jesus por los peligros de el mundo, la carne y el enemigo. La visión capacita para que uno mire a la distancia junto con Dios y vea lo que Él ve y discierna lo que está en su corazón. Para ser efectivo, el corazón de uno y la visión debe mantenerse sincronizados con Dios. ¿Qué es lo que Dios ve? Multitudes con compasión pendientes de la decisión de incontables personas sin Dios y sin esperanza.
Mi visión nació en la iglesia donde naci de nuevo; la atrapamos. El corazón del pastor era grande, y sus planes para la expansión del Reino eran más largos que su vida. La oración sostuvo todo lo que hizo. Creo que el problema fue que no se fue perseverante en ella y por lo tanto el avivamiento no perduro.
El Espíritu Santo es el que en oración me ayuda a buscar la visión para mi iglesia. El día en que el Espíritu Santo se revelo a mi vida a traves de la oracion, experimenté una revolución espiritual. Convirtió mi comunion con El en algo íntimamente personal. Comenzó el proceso de renovación de mi vida interior. Una cosa es saber sobre el Espíritu Santo cuando oramos, pero otra es conocerlo a Él. Cuando el Espíritu Santo se manifesto y pude conocerlo y experimentarlo, la oración fue mi prioridad, y lo cotidiano de la vida cristiana se volvió extraordinario.
Los recursos de Dios son ilimitados. Debemos estar totalmente dependientes de Dios en El tienen que estar todas nuestras fuentes como decia David. Durante tiempos de oración, sentiremos la urgencia del momento. Durante la oración también entendemos que sin ella, no tenemos poder para impactar a una sociedad perdida.
La oración es como un evento que apuntamos en nuestra agenda, debe de ser todos los dias siempre y también un fluir continuo. Dios lo ha dicho claramente: debemos estudiar para estar quietos, tomar tiempo para ser santos, y meditar en su Palabra día y noche.
En los más grandiosos avivamientos del pasado, la oración fue lo mas importante que hombres y mujeres hicieron para que Dios lo produjera y el tiempo que se mantuvo. Puede ser que tengamos una visión para el avivamiento, pero ¿Que hacemos por el avivamiento que impactará a las generaciones futuras?
Primero de Crónicas 22:1-5 habla de otro concepto de oración por una visión. ¿Tenemos la visión y el corazón para trabajar para algo que quizás nunca experimentemos? David era hombre viejo, pero planeó para la casa de Dios en la cual nunca iba a entrar.
Entonces David dijo: “Aquí estará la casa de Jehová Dios, y aquí el altar del holocausto para Israel. Después mandó David que se reuniese a los extranjeros que había en la tierra de Israel, y señaló de entre ellos canteros que labrasen piedras para edificar la casa de Dios. Asimismo preparó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho bronce sin peso, y madera de cedro sin cuenta. Porque los sidonios y tirios habían traído a David abundancia de madera de cedro. Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnifica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le preparé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia”.
La grandeza de una persona se mide de varias maneras. Una es esta. Hay aquellos que plantan un árbol debajo del que nunca se sentarán. Los Estados Unidos se ha transformado en una nación secular. Nuestros fundamentos se están derrumbando. De las iglesias en Europa estan salido 7.000 crstianos por semanas y los templos se estan utilizando para discotecas y negocios varios. Si alguna vez el avivamiento se necesitó, es ahora. ¿Vendrá? ¿Dios se ha olvidado de nosotros? Habacuc escribió sobre la visión de Dios para Israel: “Aunque tarde, espérala” (Habacuc 2:3).
Dios todavía habla a través de su Palabra a aquellos que escucharán con sus corazones. Hay momentos en los cuales podemos sentirnos sobrepasados por la maldad y las influencias malas que nos rodean. Podemos preguntarnos: ¿Volverá el avivamiento? ¿Volverán a inundarse las iglesias y mantenerse fuertes por otra generación? ¿Aceptará nuestra gente la responsabilidad entregada por Dios de orar, testificar y adorar? ¿Tenemos mi iglesia y yo una visión por la que esperar, para plantar un árbol de avivamiento a través de la fidelidad y la oración que prevalece? ¿Estoy deseoso de aceptar el costo de lo que tengamos que hacer de Dios para un avivamiento que tal vez yo no vea?
De pronto, la visión regresa. No de orar por un avivamiento, sino una visión por “la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales” (Efesios 1:19-20). Tal grandeza revela nuestra insignificancia a la luz del poder de Dios.
Pablo enfocó sobre el poder del Dios todopoderoso, que levantó a Cristo de entre los muertos, y lo declaró victorioso sobre el pecado, la muerte, el infierno y Satanás. El mismo poder opera en nosotros. La obra de Cristo ha sido cumplida. Nuestra obra es continuar en oración y nutrir la iglesia mientras plantamos semillas de avivamiento que tal vez nunca veamos dar fruto. Si el avivamiento parece cada vez menos y menos posible, debemos trabajar mucho más diligentemente y, como David, preparar en abundancia. Debemos mantener el fuego vivo en nuestras iglesias y los fuegos de oración encendidos para un mundo que es destruido por las fuerzas de Satán.
Necesitamos dedicar el resto de nuestras vidas y hacer preparativos para la próxima generación mientras le damos a la actual todo lo que tenemos. Necesitamos edificar sobre los moldes de la Iglesia del Nuevo Testamento y plantar semillas de avivamiento para el futuro. Necesitamos terminar fuertes y mantener los fuegos del avivamiento vivos. La oración por una visión renovada debería ser para todos nosotros: “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas” (Isaías 54:2).
Cuando ya estamos en el siglo XXI, debemos expandir nuestra visión y aumentar nuestras oraciones en preparación para iglesias fuertes y ganadoras de almas.
Cuando un dia Dios me llevo a a Oseas, 4:6 y me hizo entender que sin conocimiento (sin la vision de Dios) su pueblo no se podria gobernar y pereceria, me di cuenta de lo importante que es conocer cada dia mas a Dios, sus planes, sus propositos y este conocimiento es impodible si el El Espiritu Santo. Cuando fui consciente de la visión, comprendi que es un proceso que nunca termina. La visión es facil que se pierda o se equivoque si no caminamos tomados de la mano de Jesus por los peligros de el mundo, la carne y el enemigo. La visión capacita para que uno mire a la distancia junto con Dios y vea lo que Él ve y discierna lo que está en su corazón. Para ser efectivo, el corazón de uno y la visión debe mantenerse sincronizados con Dios. ¿Qué es lo que Dios ve? Multitudes con compasión pendientes de la decisión de incontables personas sin Dios y sin esperanza.
Mi visión nació en la iglesia donde naci de nuevo; la atrapamos. El corazón del pastor era grande, y sus planes para la expansión del Reino eran más largos que su vida. La oración sostuvo todo lo que hizo. Creo que el problema fue que no se fue perseverante en ella y por lo tanto el avivamiento no perduro.
El Espíritu Santo es el que en oración me ayuda a buscar la visión para mi iglesia. El día en que el Espíritu Santo se revelo a mi vida a traves de la oracion, experimenté una revolución espiritual. Convirtió mi comunion con El en algo íntimamente personal. Comenzó el proceso de renovación de mi vida interior. Una cosa es saber sobre el Espíritu Santo cuando oramos, pero otra es conocerlo a Él. Cuando el Espíritu Santo se manifesto y pude conocerlo y experimentarlo, la oración fue mi prioridad, y lo cotidiano de la vida cristiana se volvió extraordinario.
Los recursos de Dios son ilimitados. Debemos estar totalmente dependientes de Dios en El tienen que estar todas nuestras fuentes como decia David. Durante tiempos de oración, sentiremos la urgencia del momento. Durante la oración también entendemos que sin ella, no tenemos poder para impactar a una sociedad perdida.
La oración es como un evento que apuntamos en nuestra agenda, debe de ser todos los dias siempre y también un fluir continuo. Dios lo ha dicho claramente: debemos estudiar para estar quietos, tomar tiempo para ser santos, y meditar en su Palabra día y noche.
En los más grandiosos avivamientos del pasado, la oración fue lo mas importante que hombres y mujeres hicieron para que Dios lo produjera y el tiempo que se mantuvo. Puede ser que tengamos una visión para el avivamiento, pero ¿Que hacemos por el avivamiento que impactará a las generaciones futuras?
Primero de Crónicas 22:1-5 habla de otro concepto de oración por una visión. ¿Tenemos la visión y el corazón para trabajar para algo que quizás nunca experimentemos? David era hombre viejo, pero planeó para la casa de Dios en la cual nunca iba a entrar.
Entonces David dijo: “Aquí estará la casa de Jehová Dios, y aquí el altar del holocausto para Israel. Después mandó David que se reuniese a los extranjeros que había en la tierra de Israel, y señaló de entre ellos canteros que labrasen piedras para edificar la casa de Dios. Asimismo preparó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho bronce sin peso, y madera de cedro sin cuenta. Porque los sidonios y tirios habían traído a David abundancia de madera de cedro. Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnifica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le preparé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia”.
La grandeza de una persona se mide de varias maneras. Una es esta. Hay aquellos que plantan un árbol debajo del que nunca se sentarán. Los Estados Unidos se ha transformado en una nación secular. Nuestros fundamentos se están derrumbando. De las iglesias en Europa estan salido 7.000 crstianos por semanas y los templos se estan utilizando para discotecas y negocios varios. Si alguna vez el avivamiento se necesitó, es ahora. ¿Vendrá? ¿Dios se ha olvidado de nosotros? Habacuc escribió sobre la visión de Dios para Israel: “Aunque tarde, espérala” (Habacuc 2:3).
Dios todavía habla a través de su Palabra a aquellos que escucharán con sus corazones. Hay momentos en los cuales podemos sentirnos sobrepasados por la maldad y las influencias malas que nos rodean. Podemos preguntarnos: ¿Volverá el avivamiento? ¿Volverán a inundarse las iglesias y mantenerse fuertes por otra generación? ¿Aceptará nuestra gente la responsabilidad entregada por Dios de orar, testificar y adorar? ¿Tenemos mi iglesia y yo una visión por la que esperar, para plantar un árbol de avivamiento a través de la fidelidad y la oración que prevalece? ¿Estoy deseoso de aceptar el costo de lo que tengamos que hacer de Dios para un avivamiento que tal vez yo no vea?
De pronto, la visión regresa. No de orar por un avivamiento, sino una visión por “la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales” (Efesios 1:19-20). Tal grandeza revela nuestra insignificancia a la luz del poder de Dios.
Pablo enfocó sobre el poder del Dios todopoderoso, que levantó a Cristo de entre los muertos, y lo declaró victorioso sobre el pecado, la muerte, el infierno y Satanás. El mismo poder opera en nosotros. La obra de Cristo ha sido cumplida. Nuestra obra es continuar en oración y nutrir la iglesia mientras plantamos semillas de avivamiento que tal vez nunca veamos dar fruto. Si el avivamiento parece cada vez menos y menos posible, debemos trabajar mucho más diligentemente y, como David, preparar en abundancia. Debemos mantener el fuego vivo en nuestras iglesias y los fuegos de oración encendidos para un mundo que es destruido por las fuerzas de Satán.
Necesitamos dedicar el resto de nuestras vidas y hacer preparativos para la próxima generación mientras le damos a la actual todo lo que tenemos. Necesitamos edificar sobre los moldes de la Iglesia del Nuevo Testamento y plantar semillas de avivamiento para el futuro. Necesitamos terminar fuertes y mantener los fuegos del avivamiento vivos. La oración por una visión renovada debería ser para todos nosotros: “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas” (Isaías 54:2).
Cuando ya estamos en el siglo XXI, debemos expandir nuestra visión y aumentar nuestras oraciones en preparación para iglesias fuertes y ganadoras de almas.
Meditación en la Palabra: Pastor Pepe R. Castañeda.