COLABORARON EN EL DESARROLLO DEL CULTO JOAQUIN LOPEZ, (SALMO, 103) PRESENTANDOLO Y ORANDO PONIENDOLO TODO EN MANOS DEL SEÑOR. IGNACIO MARTINEZ (APARTAR LA OFRENDA Y DAR CON ALEGRIA) PIDIO Y ORO POR LA OFRENDA DANDO GRACIAS A DIOS POR ELLA. ADELA MANJON HIZO LA INTRODUCCION A LA PALABRA (SALMO, 119:103 y 1 PEDRO, 1:5) LA ALEGRIA DE ESCUDRIÑAR LA PALABRA DE DIOS. NOS DESPIDIO EN ORACION DANDO GRACIAS A DIOS POR TODO ANA GOMEZ.
DIERON TESTIMONIO PARA LA GLORIA DE DIOS, MARIANA VARGAS POR COMO EL SEÑOR LA ESTA FORTALECIENDO EN LOS MOMENTOS DE TRIBULACION Y COMO LA ESTA FORTALECIENDO Y ENSEÑANDOLE. PACO JUSTICIA NOS CONTO LA EXPERIENCIA DE SU VUELTA A LAS PRISIONES PARA SEGUIR CON EL MINISTERIO DE EVANGELIZAR Y COMO EL SEÑOR LO BENDIJO. JOSE A. VIEYTE NOS CONTO SU EXPERIENCIA EN LAS MERIENDAS DE LOS SABADO DONDE EL ESTA SIENDO SANADO EN SU COMUNION CON LOS DEMAS HERMANOS DE LA IGLESIA. PILAR COMPARTIO CON LA IGLESIA LO SIGUIENTE: EL ESPIRITU SANTO ES LO MAS IMPORTANTE EN NUESTRA VIDA. LO PRIMERO CUANDO ME LEVANTO DIGO ESPIRITU SANTO GUIAME. TODOS FUIMOS SELLADOS CON EL ESPIRITU DE DIOS POR QUE NOS ESCUCHA, NOS AMA Y NOS HABLA EN SU PALABRA Y PERDONA NUESTROS PECADOS. EL ESPIRITU SANTO ES EL QUE DA TESTIMONIO POR QUE ES LA VERDAD. NOSOTROS SOMOS DE DIOS, EL QUE CONOCE A DIOS NOS ESCUCHA Y EL QUE NO CONOCE A DIOS NO NOS ESCUCHAS, EN ESTO CONOCEMOS AL ESPIRITU DE VERDAD Y EL ESPIRITU DE ERROR. TENEMOS QUE TENER PRESENTE EL SANTO ESPIRITU SANTO DE DIOS, TENEMOS QUE SER VALINTE Y ESFORZARNOS, DIOS NOS ENGRANDECE, NOS DA SABIDURIA PARA LER Y ENTENDER SU PALABRA Y ES DONDE DIOS NOS HABLA. LE DOY GRACIAS POR QUE AHORA ENTIENDO MUCHAS COSAS QUE ANTES NO ENTENDIA. QUE DIOS OS BENDIGA. AMEN.
Domingo, 20 de Noviembre de 2.011
LA IGLESIA NECESITA HOY ENTENDIDOS/AS EN LOS TIEMPOS. Parte, III
2 Cronicas, 25:1-16
III. DIOS ME HABLA A TRAVÉS DE LOS MENTORES.
Aquí está Amasías, tiene que pelear contra un ejército, cuando junta trescientos mil soldados, y ve que son insuficientes, entonces contrata cien mil mercenarios y les paga tres mil trescientos kilos de plata. Entonces, Dios le manda un mentor y el mentor es un guía, es un consejero, es un padre espiritual y le dice que no tiene que ir con esos cien mil, porque la guerra es de Dios; y la victoria no es de esos hombres, sino de que confíes en el Señor. Dios te va a hablar a través de un mentor, de un consejero. No es lo mismo que un líder.
Un líder me pastorea, me busca, me llama, me ama, me cuida, me mima; pero un mentor YO LO BUSCO A EL. O sea que como líder, pastoreas, llamas, cuidas; pero un mentor nunca te va a cuidar y pastorear, tienes que buscarlo a él porque un mentor es una persona que en el mundo espiritual avanzó mucho más que tu. Es una persona que sabe más que uno, que ve más lejos y que tiene consejo de Dios, por eso un mentor nunca te va a manipular, nunca te va a decir lo que tienes que hacer para el beneficio de él, sino que es una persona que te va a corregir de los errores que cometes. Entonces Dios te va poner mentores, gente capacitada y experimentada, gente que ha avanzado más, no que ellos van a llamarte para cuidarte, tu vas a pegarte a ellos porque te conviene.
Un mentor es el que te forma, te quiero decir que hay distintos mentores establecidos por Dios para tu vida, tienes que establecerlos, descubrirlos y unirte a ellos.
Aquí está Amasías, tiene que pelear contra un ejército, cuando junta trescientos mil soldados, y ve que son insuficientes, entonces contrata cien mil mercenarios y les paga tres mil trescientos kilos de plata. Entonces, Dios le manda un mentor y el mentor es un guía, es un consejero, es un padre espiritual y le dice que no tiene que ir con esos cien mil, porque la guerra es de Dios; y la victoria no es de esos hombres, sino de que confíes en el Señor. Dios te va a hablar a través de un mentor, de un consejero. No es lo mismo que un líder.
Un líder me pastorea, me busca, me llama, me ama, me cuida, me mima; pero un mentor YO LO BUSCO A EL. O sea que como líder, pastoreas, llamas, cuidas; pero un mentor nunca te va a cuidar y pastorear, tienes que buscarlo a él porque un mentor es una persona que en el mundo espiritual avanzó mucho más que tu. Es una persona que sabe más que uno, que ve más lejos y que tiene consejo de Dios, por eso un mentor nunca te va a manipular, nunca te va a decir lo que tienes que hacer para el beneficio de él, sino que es una persona que te va a corregir de los errores que cometes. Entonces Dios te va poner mentores, gente capacitada y experimentada, gente que ha avanzado más, no que ellos van a llamarte para cuidarte, tu vas a pegarte a ellos porque te conviene.
Un mentor es el que te forma, te quiero decir que hay distintos mentores establecidos por Dios para tu vida, tienes que establecerlos, descubrirlos y unirte a ellos.
DIOS HA ESTABLECIDO MENTORES, CONSEJEROS, GENTE DE DIOS, GENTE QUE VE MÁS LEJOS QUE YO, NO PARA CELEBRARME SINO PARA CORREGIRME.
Si lees la Biblia vas a ver que Moisés fue mentor de Josué, Josué fue mentor de Caleb, Ananías fue mentor de Pablo, Pablo fue mentor de Tito y de Timoteo, Pedro mentor de Cornelio, Elías fue mentor de Eliseo, Eliseo no pudo ser mentor de Guíesi, porque no quiso seguir a su mentor. O sea, tienes que saber que Dios no te dejará solo, siempre te pondrá un consejero para que te dé palabra, ahora, un consejero no está para hacerte sentir bien. Porque el mentor dijo a Amasias: “Quiero que saques a los cien mil y los mandes a su casa” Entonces Amasías, le dijo que ya había pagado y que no había devolución.
Un mentor te va a hacer que te enfrentes a cien mil personas que contrataste. Un mentor te va a mostrar cómo es la voz de Dios para que seas bendecido. Y dice que Amasías fue a la guerra con los trescientos mil y venció; y no solamente venció, sino que mató a diez mil, capturó a otros diez mil y todo el botín del ejército enemigo fue capturado por Amasías, porque el tenía tres voces de Dios: Él supo entender las circunstancias, el supo obedecer la Palabra, la voz de Dios, él supo escuchar la voz de Dios a través de su mentor. Hay mentores de Dios listos para tu vida, pégate a esa gente y únete a esa gente porque te van a bendecir.
IV. DIOS ME HABLA A TRAVÉS DEL ESPÍRITU SANTO.
Cuando eres mentor sabes dar una Palabra directa de Dios, no para jactancia propia, ni para manipulación del otro, sino para que el Reino de Dios se establezca en la tierra y todos seamos bendecidos. Entonces cuando Amasías vence al enemigo, captura el botín, y está contento porque le hizo caso al mentor, captura los ídolos, los lleva a su casa, y se pone a adorarlos. Entonces Dios le manda, no un mentor, sino un profeta que representa al Espíritu Santo y le dice: - Amasías, ¿eres tonto o te haces? ¿Cómo vas a adorar a un ídolo que sacaste de un pueblo que venciste? Porque si este ídolo hubiese sido tan poderoso los hubiese defendido. No solamente viste la victoria de Dios sino que ahora te pones a servir a un pedazo de estatua que no pudo ayudar a los que lo tenían. Y dice el relato que Amasías se enojó, y le dijo al profeta: “¿Quién te puso por consejero? Y ordenó que lo sacaran de delante de él. Y el profeta le dice:” Si no obedeces a Dios te va a ir mal”. Cuarta manera que Dios te habla es a través de la voz del Espíritu Santo.
La voz del Espíritu Santo, siempre nos guía, no nos empuja; siempre nos va a llevar a obedecer al Señor. Nunca toca nuestras emociones, Él habla a nuestro espíritu para que obedezca. Saben qué hizo Amasías, le dijo que él iba a hacer lo que quisiera; entonces se fue a otra batalla, mucho menor que la que había ganado antes, con sus ídolos pero sin Dios, y dice que perdió, quedó cautivo y murió.¿Sabes por qué? 2 Cron. 25: 20 “Más Amasías no quiso oír”. Cuando no queremos oír la voz de Dios, nos va a ir mal. ¿Estás escuchando? Porque puedes estar aquí sentado y tu mente estar en Marte, por eso las siete cartas de Apocalipsis terminan así: “El que tiene oídos para oír, oiga”. Si tienes oídos, oye.
Leemos la Palabra, y nos viene un problema, y en ves de usar la Palabra... ¿Sabes por qué no la usamos? Porque no la oímos. Un mentor viene, te da una indicación y hacemos lo que queremos, porque no lo escuchamos en el espíritu. El Espíritu Santo, nos da advertencias, pero no le damos atención, nos vamos con nuestros ídolos, creemos que tomamos grandes decisiones y nos vamos con ídolos inútiles a nuestras batallas y nos va mal. Debemos aprender a oír la voz del Señor. Siempre detrás de una gran victoria, podemos ir cometer la mayor tontería de nuestra vida. Tenemos que ir a Dios, porque Dios siempre nos está hablando.
SI NO ESCUCHAMOS A DIOS, DIOS QUITA SU COBERTURA DE NOSOTROS Y CAMINAMOS SOLOS A NUESTRAS BATALLAS. DIOS NUNCA PIERDE UNA BATALLA, LO QUE PASA ES QUE DIOS NO ESTÁ EN TODAS LAS BATALLAS. (Y cuando vamos solos en desobediencia, no esperemos ser vencedores) Entonces el Espíritu Santo le dijo ¡AH! no quieres escuchar mi Palabra, entonces vas a ir solo a tu batalla. ¿Sabes por qué a los apartados les va de mal en peor? Porque el que tentó a Cristo cae en triple maldición porque cerró sus oídos al Señor. (Dios no puede ser tentado) Puedes oír con el alma, o puedes oír en tu espíritu, puedes captar la Palabra, agarrarla y hacerla tuya; o puedes venir aquí al templo, sentarte un rato, emocionarte un poco, pero la Palabra nunca penetró en tu corazón.
El mentor le dijo: “Si obedeces a Dios, Dios te puede dar mucho más de lo que perdiste.” (Le dijo: ¿Cuánto pagaste, tres mil trescientos kilos de plata a los cien mil hombres? Tranquilo Dios puede darte mucho más de lo que pagaste si sabes oír al Espíritu Santo de Dios.) Perdiste casa, Dios te puede dar una casa mejor si sabes oír a Dios. Perdiste un hijo en la droga, Dios te lo puede devolver mejor que antes, si sabes oír a Dios. OIR y OBEDECER. No oír y seguir haciendo lo que se te ocurre.
Hay gente, que Dios les sanó y siguen consultando el tarot. O sea, tienen la unción de Amasías, son 'cabezones'. Tienes que aprender a oír y obedecer la voz del Señor.
Si lees la Biblia vas a ver que Moisés fue mentor de Josué, Josué fue mentor de Caleb, Ananías fue mentor de Pablo, Pablo fue mentor de Tito y de Timoteo, Pedro mentor de Cornelio, Elías fue mentor de Eliseo, Eliseo no pudo ser mentor de Guíesi, porque no quiso seguir a su mentor. O sea, tienes que saber que Dios no te dejará solo, siempre te pondrá un consejero para que te dé palabra, ahora, un consejero no está para hacerte sentir bien. Porque el mentor dijo a Amasias: “Quiero que saques a los cien mil y los mandes a su casa” Entonces Amasías, le dijo que ya había pagado y que no había devolución.
Un mentor te va a hacer que te enfrentes a cien mil personas que contrataste. Un mentor te va a mostrar cómo es la voz de Dios para que seas bendecido. Y dice que Amasías fue a la guerra con los trescientos mil y venció; y no solamente venció, sino que mató a diez mil, capturó a otros diez mil y todo el botín del ejército enemigo fue capturado por Amasías, porque el tenía tres voces de Dios: Él supo entender las circunstancias, el supo obedecer la Palabra, la voz de Dios, él supo escuchar la voz de Dios a través de su mentor. Hay mentores de Dios listos para tu vida, pégate a esa gente y únete a esa gente porque te van a bendecir.
IV. DIOS ME HABLA A TRAVÉS DEL ESPÍRITU SANTO.
Cuando eres mentor sabes dar una Palabra directa de Dios, no para jactancia propia, ni para manipulación del otro, sino para que el Reino de Dios se establezca en la tierra y todos seamos bendecidos. Entonces cuando Amasías vence al enemigo, captura el botín, y está contento porque le hizo caso al mentor, captura los ídolos, los lleva a su casa, y se pone a adorarlos. Entonces Dios le manda, no un mentor, sino un profeta que representa al Espíritu Santo y le dice: - Amasías, ¿eres tonto o te haces? ¿Cómo vas a adorar a un ídolo que sacaste de un pueblo que venciste? Porque si este ídolo hubiese sido tan poderoso los hubiese defendido. No solamente viste la victoria de Dios sino que ahora te pones a servir a un pedazo de estatua que no pudo ayudar a los que lo tenían. Y dice el relato que Amasías se enojó, y le dijo al profeta: “¿Quién te puso por consejero? Y ordenó que lo sacaran de delante de él. Y el profeta le dice:” Si no obedeces a Dios te va a ir mal”. Cuarta manera que Dios te habla es a través de la voz del Espíritu Santo.
La voz del Espíritu Santo, siempre nos guía, no nos empuja; siempre nos va a llevar a obedecer al Señor. Nunca toca nuestras emociones, Él habla a nuestro espíritu para que obedezca. Saben qué hizo Amasías, le dijo que él iba a hacer lo que quisiera; entonces se fue a otra batalla, mucho menor que la que había ganado antes, con sus ídolos pero sin Dios, y dice que perdió, quedó cautivo y murió.¿Sabes por qué? 2 Cron. 25: 20 “Más Amasías no quiso oír”. Cuando no queremos oír la voz de Dios, nos va a ir mal. ¿Estás escuchando? Porque puedes estar aquí sentado y tu mente estar en Marte, por eso las siete cartas de Apocalipsis terminan así: “El que tiene oídos para oír, oiga”. Si tienes oídos, oye.
Leemos la Palabra, y nos viene un problema, y en ves de usar la Palabra... ¿Sabes por qué no la usamos? Porque no la oímos. Un mentor viene, te da una indicación y hacemos lo que queremos, porque no lo escuchamos en el espíritu. El Espíritu Santo, nos da advertencias, pero no le damos atención, nos vamos con nuestros ídolos, creemos que tomamos grandes decisiones y nos vamos con ídolos inútiles a nuestras batallas y nos va mal. Debemos aprender a oír la voz del Señor. Siempre detrás de una gran victoria, podemos ir cometer la mayor tontería de nuestra vida. Tenemos que ir a Dios, porque Dios siempre nos está hablando.
SI NO ESCUCHAMOS A DIOS, DIOS QUITA SU COBERTURA DE NOSOTROS Y CAMINAMOS SOLOS A NUESTRAS BATALLAS. DIOS NUNCA PIERDE UNA BATALLA, LO QUE PASA ES QUE DIOS NO ESTÁ EN TODAS LAS BATALLAS. (Y cuando vamos solos en desobediencia, no esperemos ser vencedores) Entonces el Espíritu Santo le dijo ¡AH! no quieres escuchar mi Palabra, entonces vas a ir solo a tu batalla. ¿Sabes por qué a los apartados les va de mal en peor? Porque el que tentó a Cristo cae en triple maldición porque cerró sus oídos al Señor. (Dios no puede ser tentado) Puedes oír con el alma, o puedes oír en tu espíritu, puedes captar la Palabra, agarrarla y hacerla tuya; o puedes venir aquí al templo, sentarte un rato, emocionarte un poco, pero la Palabra nunca penetró en tu corazón.
El mentor le dijo: “Si obedeces a Dios, Dios te puede dar mucho más de lo que perdiste.” (Le dijo: ¿Cuánto pagaste, tres mil trescientos kilos de plata a los cien mil hombres? Tranquilo Dios puede darte mucho más de lo que pagaste si sabes oír al Espíritu Santo de Dios.) Perdiste casa, Dios te puede dar una casa mejor si sabes oír a Dios. Perdiste un hijo en la droga, Dios te lo puede devolver mejor que antes, si sabes oír a Dios. OIR y OBEDECER. No oír y seguir haciendo lo que se te ocurre.
Hay gente, que Dios les sanó y siguen consultando el tarot. O sea, tienen la unción de Amasías, son 'cabezones'. Tienes que aprender a oír y obedecer la voz del Señor.
SI OIGO AL SEÑOR Y LE OBEDEZCO, RECIBIRÉ MUCHO MAS DE LO QUE PERDÍ.
Meditación en la Palabra: Pastor Pepe R. Castañeda.