Con una conciencia limpia. Pastor Francis Rodríguez
Dios quiere bendecirnos, es preciso que cada creyente ocupe su lugar dentro de la iglesia, cada creyente tiene un llamado a servir, todo va a depender de nuestra disposición, si queremos o no.
Colosenses 3,1-14, Dios nos habla a través de su palabra, aquellos que ponen la mirada en el cielo, son aquellos que quieren agradar a Dios, por eso la importancia de poner la mirada en
Cristo, así Dios empieza a obrar en las vidas poniendo orden en ellas. Ocurre así en todas las áreas, físicas, emocionales, espirituales etc., en nuestro hogar, trabajo, familia, amigos.
Cuando miramos a Jesús y estamos delante de él, no podemos ocultar nada, por eso es tan importante tener la conciencia limpia, y si hay algún pecado que confesar, hacerlo, pedir perdón, sabiendo que Dios nos perdona.
Dios demanda una conciencia limpia.
El creyente que pone su mirada en el cielo y confía en Dios, sabe que en todo el Señor lo suplirá, es una promesa dada por él, en su palabra.
También es fácil caer en la avaricia que es idolatría, podemos poner cualquier cosa antes que a Dios, eso es pecado. Dios nos demanda estar estables, no dar espacio a pequeños pecados o aptitudes, a través de estos pecados, las vidas pueden ser arruinadas. Las malas aptitudes, no ser educado con el hermano, no ayudar, no valorar a mi esposa o a mis hermanos, no le agradan a Dios, pero que bueno que el Señor no nos dejará, y nos el Espíritu Santo nos llevará al arrepentimiento.
Cuando Dios nos demanda algo, es que va a ser grandes cosas con nosotros y a través de
nosotros. Si en cualquier cosa no obedecemos a Dios, estamos pecando, que importante es arrepentirse, pedir perdón volver a poner nuevamente la mirada en el cielo. La demanda es personal a cada persona, tener una conciencia limpia delante de Dios es señal de obediencia.
Podemos ver como está nuestro corazón en éste momento y si veo algo que no le agrada a Dios, sé que es lo que tengo que hacer.
¿Cómo está mi conciencia delante de Dios?
predicación: Francis Rodríguez
publicado: Andrés Pascual
Dios quiere bendecirnos, es preciso que cada creyente ocupe su lugar dentro de la iglesia, cada creyente tiene un llamado a servir, todo va a depender de nuestra disposición, si queremos o no.
Colosenses 3,1-14, Dios nos habla a través de su palabra, aquellos que ponen la mirada en el cielo, son aquellos que quieren agradar a Dios, por eso la importancia de poner la mirada en
Cristo, así Dios empieza a obrar en las vidas poniendo orden en ellas. Ocurre así en todas las áreas, físicas, emocionales, espirituales etc., en nuestro hogar, trabajo, familia, amigos.Cuando miramos a Jesús y estamos delante de él, no podemos ocultar nada, por eso es tan importante tener la conciencia limpia, y si hay algún pecado que confesar, hacerlo, pedir perdón, sabiendo que Dios nos perdona.
Dios demanda una conciencia limpia.
El creyente que pone su mirada en el cielo y confía en Dios, sabe que en todo el Señor lo suplirá, es una promesa dada por él, en su palabra.
También es fácil caer en la avaricia que es idolatría, podemos poner cualquier cosa antes que a Dios, eso es pecado. Dios nos demanda estar estables, no dar espacio a pequeños pecados o aptitudes, a través de estos pecados, las vidas pueden ser arruinadas. Las malas aptitudes, no ser educado con el hermano, no ayudar, no valorar a mi esposa o a mis hermanos, no le agradan a Dios, pero que bueno que el Señor no nos dejará, y nos el Espíritu Santo nos llevará al arrepentimiento.
Cuando Dios nos demanda algo, es que va a ser grandes cosas con nosotros y a través de
nosotros. Si en cualquier cosa no obedecemos a Dios, estamos pecando, que importante es arrepentirse, pedir perdón volver a poner nuevamente la mirada en el cielo. La demanda es personal a cada persona, tener una conciencia limpia delante de Dios es señal de obediencia.Podemos ver como está nuestro corazón en éste momento y si veo algo que no le agrada a Dios, sé que es lo que tengo que hacer.
¿Cómo está mi conciencia delante de Dios?
predicación: Francis Rodríguez
publicado: Andrés Pascual
