SIGUENOS EN FACEBOOK

SIGUENOS EN FACEBOOK
Pepe R.Castañeda y Pepi Martinez

PREDICACIONES DESTACADAS

viernes, 19 de octubre de 2012

LO QUE LOS CRISTIANOS DEBEN CONOCER Y HACER PARA SERVIR CON GOZO. Parte, I
















COLABORARON EN EL DESARROLLO DEL CULTO:
PACO ASENSIO: PRESENTO Y ORO PONIENDO TODO EN MANOS DEL SEÑOR, ANIMANDO A LA IGLESIA A UN ENCUENTRO CON DIOS ALABANDOLE Y ADORANDOLE.
 
2 CRONICAS, 20:21 Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
 
TERE ARAGON: NOS ANIMO A OFRENDAR PARA SER PARTE DE LO QUE EL SEÑOR ESTA HACIENDO.
 
JUAN, 8:20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
PACO JUSTICIA: HIZO LA INTRODUCCION A LA PALABRA.
 
MATEO, 28:18-20 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
 
PILAR GONZALEZ: NOS DESPIDIO DANDO GRACIAS AL SEÑOR POR TODO.
 
 














Jueves, 18 de Octubre de 2.012
LO QUE LOS CRISTIANOS DEBEN CONOCER Y HACER PARA SERVIR CON GOZO. Parte, I

¿Hay ocasiones en la que se siente desanimado con sus intentos de vivir la vida cristiana? ¿Le parece a veces que, cuanto más lo intenta, más fracasa? Si usted es como la mayoría de los cristianos, probablemente no ha entendido bien en cuanto a los principios básicos de servicio, que son esenciales para disfrutar de una relación con Dios.
El seguir estas pautas no sólo le da mayor gloria a Dios, sino que también ayuda a otros y aumenta la satisfacción y las bendiciones de usted mismo.
Usted pudiera preguntarse qué tiene que ver ser un servidor con el gozo de la vida cristiana. El mismo Señor Jesús vino a servir.
Marcos 10:45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Y Él ve a todos los creyentes como servidores en el reino de Su Padre.
Juan 20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
Aunque nosotros tenemos diferentes roles, no hay cristianos “VIP” [Persona Muy Importante] a sus ojos. Él nos creó para el servicio, y puesto que ésa es la vía que conduce a una vida de contentamiento, debemos entender qué enseña la Biblia en cuanto al servicio.
1. El verdadero servicio no es algo que nosotros hacemos para Dios, sino más bien algo que Dios hace por medio de nosotros.
Muchas personas se niegan a servir al Señor, o sirven infructuosamente, porque no son capaces de entender este principio fundamental.
Primera a los Tesalonicenses 5:24 dice: “Fiel es el que os llama, el cual también lo hará”.
Esto significa simplemente que Dios asume toda la responsabilidad de capacitarnos para que llevemos a cabo el trabajo que Él asigna. El Señor nunca nos dejará hacer una tarea dependiendo sólo de nuestras capacidades humanas.
En el momento de la salvación, el Espíritu Santo viene a vivir dentro del nuevo creyente. Esta “morada interior” tiene el propósito de capacitar a cada cristiano para que sea y haga todo lo que Dios ha dispuesto para su vida.
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
En otras palabras, para que se convierta en la clase de servidor que el Señor ha pensado. Dios es quien nos llama, quien nos da el deseo de servir y quien nos capacita para que en nosotros se produzca tanto el querer como el hacer por su buena voluntad
Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Por tanto, lo que pensamos que es un servicio nuestro, en realidad es el Señor actuando dentro de nosotros.
Ni siquiera Jesús se adjudicó el crédito por los milagros que realizaba, sino que reconoció que era el Padre en Él quien los hacía.
Juan 14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Justo antes de que los apóstoles salieran a cambiar al mundo con el Evangelio, el Señor resucitado les ordenó permanecer en Jerusalén hasta que fueran “investidos de poder desde lo alto”
Lucas 24:49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
Jesús sabía que ellos no estaban equipados, por sí solos, para enfrentar los retos que tenían por delante; necesitan el poder del Espíritu Santo que vendría pronto a estar en ellos, con ellos y sobre ellos.

Si los discípulos y el propio Jesús dependieron del poder divino, sin duda, entonces, usted y yo debemos depender de Dios para llevar a cabo las tareas que Él nos dé. Realizarlas dependerá de Él, no de nosotros, y las lograremos si nos rendimos voluntariamente a la presencia, al poder y a la dirección del Espíritu Santo en nuestra vida. Si nos rendimos de esta manera, tendremos una sensación de alivio, sabiendo que la responsabilidad es de Él, no nuestra; y de confianza, por Su capacidad, no la nuestra; y de contentamiento, ya que, por estar Dios a cargo, no tenemos que preocuparnos si las personas están satisfechas de nuestros esfuerzos.
Sin embargo, los creyentes deben tener presente algunas advertencias. Para empezar, toda la gloria le pertenece a Dios; no debemos ser tan ignorantes o arrogantes para atribuirnos el mérito de lo que Él ha hecho a través de nosotros.
 
Mateo 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
 
Tampoco podemos insistir en cómo serviremos, dónde o por cuánto tiempo. Nuestra actitud debe ser: “Señor, soy tu siervo. Haré lo que Tú quieras, donde Tú quieras y de la manera que Tú quieras. Pero, Señor, tienes que hacer a través de mí lo que Tú quieres que se haga”.
 
Dios sabe que el éxito que usted logre será gratificante para usted y un motivo de gloria para Él. El Señor quiere, entonces, que usted tenga éxito, pero según Su apreciación, y no necesariamente de acuerdo con las expectativas del hombre.
Meditación en la Palabra: Pastor Pepe R. Castañeda