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Pepe R.Castañeda y Pepi Martinez

PREDICACIONES DESTACADAS

miércoles, 24 de febrero de 2010

ORANDO POR ANDALUCIA: 2.010 "AÑO DE LA PATERNIDAD"

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NUESTRO HERMANO Y AMIGO ROBERTO SENNA ESTUVO CON NOSOTROS ESTE MIERCOLES COMPARTIENDO LO QUE DIOS ESTA HACIENDO EN ANDALUCIA EN ESTE TIEMPO Y NOS ANIMO A UNIRNOS A DIOS EN LO QUE EL ESTA TRABAJANDO.
LE DAMOS GRACIAS A DIOS DE COMO EN ESTE TIEMPO EL ESTA LEVANTANDO UN CLAMOR DE ORACION PARA TODO LO QUE NOS VIENE A ESPAÑA. Y ORAMOS POR NIUESTRO HERMANO Y AMIGO PARA QUE DIOS LO SIGA BENDICIENDO EN SU FAMILIA Y EN SU MINISTERIO. GRACIAS ROBERTO POR SERVIRNOS AL CUERPO DE CRISTO.
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ESTUVIERON CON NOSOTROS LA IGLESIA DE CADIZ QUE PASTOREAN NUESTROS HERMANOS Y AMIGOS, OMAR Y ANA Y NOS ALEGRAMOS DE PODER JUNTOS TRABAJAR EN LA OBRA DE DIOS.
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"2.010 AÑO DE LA PATERNIDAD"
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“José subió también desde Galilea, de la ciudad de Nazaret a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta”.
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A pesar de los 1000 años que le separaban de su antepasado David, José tenía presente a qué casa pertenecía. En el momento del nacimiento de Jesús, y atendiendo a la orden del Emperador Romano, fue a empadronarse a Belén, (ciudad de su padre David ) para que se cumplieran las profecías de que Jesucristo nacería en Belén, como sucesor del Rey David.
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Al asumir a Jesús como hijo suyo, José le otorga la herencia de la corona real perteneciente a la familia de David. Dios utiliza a hombres para llevar a cabo sus proyectos en la tierra. Personas que conocen y honran a sus padres y no menosprecian la herencia que Dios confió a sus antepasados. Son ésas las personas que hacen la historia, que marcan la diferencia en su tiempo. Jesús, el “Hijo Amado del Padre Celestial” también tuvo una familia y padres terrenales. Los honró, se sometió a ellos, y recibió de ellos su herencia —la corona para reinar sobre la tierra—. Al resucitar, Jesús declaró: “Todo poder me fue dado en los cielos y en la tierra”. Por cierto, el poder para reinar en ambas esferas fue dado por el Padre Celestial, pero el Reino en la tierra tiene que ver con el derecho de reinar heredado de David, que llegó a Él a través de su padre José, un humilde carpintero, pero que guardaba su genealogía. Los años y siglos pasados no lograron borrar de la mente de José el nombre de sus antepasados, de qué familia procedía y el propósito Divino para su linaje. José lo tenía claro y guardaba en su corazón la llamada de Dios a su Padre Abraham —que implicaba a toda su casa—, y más específicamente, las promesas heredadas de su Padre David. Éstas no fueron reveladas directamente a José, pero él conservaba la herencia recibida viva en su corazón. Al recibir una visita Divina en sueños, el Ángel del Señor confirma su pertenencia a la casa real, llamándole “José, hijo de David”. Con referencia al niño, el ángel Gabriel revela a María: “... el Señor Dios le dará el trono de David, su padre”. Jesús sabía que estaba aquí para hacer la voluntad de Su Padre Celestial, pero también sabía que era hijo de David e hijo de Abraham en la tierra, y vino por su herencia. Dios utiliza a personas con genealogía, tanto genealogía natural como espiritual. Debemos honrar a nuestros padres y a los antepasados que nos generaron de la carne, de quienes recibimos herencias, cultura, etc. Igualmente debemos honrar anuestros padres espirituales, aquellos que nos legaron la fe, que nos suministraron la gracia de Dios y la llamada ministerial, etc. De ellos recibimos herencias que debemos aumentar y transmitir a nuestros hijos espirituales. Al recibir a Cristo nacemos de nuevo. Nacemos en la familia de Dios, y pasamos a ser hijos de Dios. Además de
pertenecer a una familia natural, entramos a formar parte de una familia espiritual en la tierra. Creo que el plan de Dios seaque los padres naturales sean los que lleven sus hijos a la madurez en Cristo. Cuando eso ocurre, los padres naturales son también los padres espirituales. No obstante, para nuestro crecimiento, Dios dota también a otras personas para que asuman el papel de padres en ciertas áreas y tramos de nuestras vidas. Son personas que intervienen en la formación de nuestra identidad, y que nos sitúan en la llamada ministerial. Llamada o dirección que no se inicia en nosotros mismos, pero que recibimos potencialmente como herencia, para que lo desarrollemos con las herramientas espirituales y oportunidades que nos provea el Señor.
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La honra a los padres naturales, así como a los padres espirituales o ministeriales, es requisito esencial para que los hijos alcancen madurez y prosperidad según Dios.
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Alguien nos evangelizó, alguien nos ministró, nos formó en Cristo, y nos envió a hacer discípulos. Es decir, hemos sido enviados para que otras personas reproduzcan el mismo proceso por el que pasamos desde el nuevo nacimiento. Hacer discípulos quiere decir “reproducir hijos espirituales”, entregarles nuestra herencia y llevarlos a la madurez, hasta el punto en que Dios pueda confiarles hijos a ellos. Para eso debemos entregar a nuestros hijos la visión y el llamado recibidos; esa es nuestra herencia. Dios, a Su manera y en Su tiempo, hará prosperar el llamado en cada uno de ellos, y prosperarán a medida en que hayan aprendido a honrar a sus padres y recibido la herencia espiritual que les corresponda. Si les enseñamos el camino en que deben andar, lo mantendrán hasta su vejez, y seguro que nos alegraremos al ver a los hijos de nuestros hijos creciendo y multiplicándose en la presencia del Señor, y productivos en la obra.
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Abraham recibió la llamada y su familia anduvo con él. En su generación, su hijo Isaac continuó la visión recibida de él. Jacob llevó adelante la visión heredada de su padre Isaac, que había sido confiada por Dios a su abuelo Abraham. Esaú desestimó la herencia de sus antepasados, no les honró, y eso no le sirvió de bendición.
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ORAMOS EN GRUPOS POR LAS PETICIONES SOBRE ANDALUCIA Y NOS DESPEDIMOS BENDECIENDOS LOS UNOS A LOS OTROS EN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
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MOTIVOS DE ORACION.
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.- Clame al Señor, para que Andalucía pueda encontrar su destino profético.
.- Para que la paternidad sea restaurada en todos sus niveles (Personal, familiar, ministerial) - (Malaquias 4:5-6)
.- Para que los Ministros del Evangelio comprendan los tiempos presentes y sepan orientar al pueblo de Dios en este tramo del camino.
.- Para que Dios revele ataduras espirituales que impiden la población andaluza de convertirse a Cristo Jesús.
.- Que se levante una nueva generación de evangelistas llenos del Espíritu Santo.
.- Bendiga a Lucena (que fue Casa de los Sefardíes). Clame por perdón de los pecados cometidos contra el pueblo de Dios.
.- Bendiga al pueblo de Israel, y declare el amor de la Iglesia sobre ellos.
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