SIGUENOS EN FACEBOOK

SIGUENOS EN FACEBOOK
Pepe R.Castañeda y Pepi Martinez

PREDICACIONES DESTACADAS

sábado, 2 de mayo de 2009

DIOS HABLA CON PROPOSITO














Jueves, 30 de Abril de 2.009
Como conocer y hacer la voluntad de Dios
Mirar a Dios.
Dios habla con propósito.

Dios desarrolla el carácter para que sea apropiado para la tarea.
Por lo general queremos que Dios nos hable para darnos un pensamiento devocional que nos haga sentir bien todo el día. Si tu quieres que el Dios del universo te hable, debes estar listo para que Él te revele lo que está haciendo allí donde tu estás. En las Escrituras Dios no aparece con frecuencia viniendo a las personas para conversar con ellas sólo por el gusto de la conversación. Siempre tiene un propósito.
Cuando Dios te habla por medio de la Biblia, de la oración, de las circunstancias y de la iglesia, o de alguna otra manera, Él tiene en mente un propósito para tu vida.

Abram
¿Qué iba a hacer Dios cuando le habló a Abram (Gn. 12)? Iba a empezar a levantar una nación. Obseva el tiempo seleccionado por Dios. ¿Por qué le habló a Abram en ese momento? Porque fue allí que empezó a edificar una nación. En el momento en que Abram supo lo que Dios iba a hacer, tuvo que hacer muchos ajustes en su vida. Tuvo que obedecer de inmedia­to lo que Dios le había dicho.

En el mismo momento en que Dios te habla es el momento en que El quiere que tu le respondas.
Dios te habla en el momento en que Él quiere que tu respondas. Algunos de nosotros damos por sentado que tendremos tres o cuatro meses para pensar sobre el asunto, y deci­dir si se trata o no en realidad del tiempo apropiado según Dios. El momento en que Dios te habla es el tiempo apropiado. Por eso decide hablarte. Le habla a su siervo cuando Él está listo para dar el paso siguiente. En caso contrario no te hubiera hablado. Cuando Dios entra en la actividad de tu vida, el tiempo de tu respuesta es crucial. Cuando te habla, tu tienes que creer y confiar en Él.

En el momento en que Dios le habla es el tiempo apropiado según Él.
¿Cuánto tiempo pasó desde que Dios le habló a Abram respecto al hijo de la promesa, Isaac, hasta su nacimiento? ¡Veinticinco años! (Gn. 12:4; 21:5). ¿Por qué esperó Dios veinticinco años? Porque Dios tuvo que trabajar veinticinco años para producir un padre apropiado para Isaac. El interés de Dios no era tanto Abram, sino una nación (de ella a través de la tribo de Juda, naceria el salvador del mundo). La calidad del padre afectaría la calidad de todas las generaciones posteriores; de tal padre, tales las próximas generacio­nes. Dios se tomó su tiempo para desarrollar en Abram un hombre de carácter. Sin embar­go, Abram tuvo que empezar de inmediato a ajustar su vida a los caminos de Dios. No podía esperar hasta que naciera Isaac y después tratar de convertirse en el padre que Dios quería que fuera.

Dios me habla sólo para darme un pensamiento devocional que me hará sen­tir bien todo el día. NO
Dios me habla cuando tiene un propósito para mi vida. SI
Cuando Dios me habla tengo tiempo de sobra para meditar y decidir cómo y cuándo debo responder. NO
Cuando Dios me habla, de inmediato debo responder haciendo en mi vida los ajustes a Él, a sus propósitos y caminos. SI
El momento en que Dios habla, es su tiempo apropiado. SI

Estamos tan inclinados a dar respuestas rápidas, que abandonamos la Palabra de Dios antes de que Él haya tenido siquiera una oportunidad de desarrollar nuestro carácter. Cuando Dios te habla tiene en mente un propósito para tu vida. El tiempo en que Él te habla es el tiempo en que tu debes empezar a darle una respuesta.

Dios desarrolla el carácter para que encaje en la tarea
Cuando Dios llamó a Abram le dijo: Haré de ti una nación grande (Gn. 12.2). Eso significa­ba: "Desarrollaré tu carácter según esa tarea". Nada es más patético que un carácter pobre en una tarea enorme. Muchos de nosotros no queremos prestar atención a nuestro carácter; simplemente queremos que Dios nos dé una tarea muy grande.
Supongamos que un pastor está esperando que una iglesia grande lo llame como pastor. Mientras tanto, una iglesia chica, en un pueblo pequeño, le llama y le dice: "¿Vendría usted a ayudarnos, ganándose su sustento en un trabajo secular?"
“No", contesta el candidato, mientras piensa: "Estoy esperando que Dios me asigne una tarea. He gastado muchos años preparándome, y no puedo desperdiciar mi vida en un empleo secular, cuando puedo servir a tiempo completo en una iglesia. Merezco algo mejor que eso".
¿Cómo clasificaría a esa respuesta?
1 Que está centrada en Dios. NO
2 Que es egocéntrica. SI
¿Te das cuenta lo egocéntrica es esa perspectiva? El razonamiento humano no te da la perspecti­va de Dios. Si no puedes ser fiel en lo poco, Dios no te dará una tarea más grande. Él quiere que tu ajustes tu vida y tu carácter en las tareas pequeñas, y así prepararte para tareas más grandes. Así es como Dios empieza su obra. Cuando tu hace los ajustes necesarios y empiezas a obedecerlo, llegas a conocerlo por experiencia. Ésta es la meta de la actividad de Dios en tu vida: que tu llegue a CONOCERLO. ¿Quieres experimentar la obra poderosa de Dios en tu vida y a través de ella? Entonces haz los ajustes apropiados para desarrollar una relación de modo que lo puedas seguir a dondequiera que Él te dirija; incluso cuando sea una tarea pequeña e insignificante. ¿No te agradaría escuchar: Bien, buen siervo y fiel (Mt. 25.21)?

Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. -Mateo 25.21

Ahora bien, tal vez te preguntes: "¿Debo dar por sentado automáticamente que una petición como la del pueblo pequeño procede de Dios debido a que es una tarea pequeña?" No. Sea la tarea grande o pequeña a tus ojos, tu todavía tiene que ver si procede de Dios o no. Pero siempre tiene que permitir que Dios te lo diga. No deseches la tarea, grande o pequeña, en base a tus ideas preconcebidas. Recuerda: tu lo sabrás mediante tu relación con Dios. no trates de dejar a un lado esa relación.

Supon que tienes pla­neado ir de pesca, o ver el partido de fútbol en televisión, o ir de compras. Entonces Dios te presenta una oportunidad de unirte a Él en algo que Él quiere llevar acabo. ¿Qué harías tu?
He conocido a algunas personas que por nada del mundo cancelarían sus planes de ir a pes­car o de ver el partido de futbol. En la mente dicen que quieren servir a Dios, pero van eli­minado de su vida todo lo que interfiere con sus propios planes. Son tan egocéntricos que no reconocen cuando Dios viene a ellos. Si estás centrado en Dios, tu ajustarás tus circuns­tancias a lo que Él quiere hacer.
Él tiene el derecho de interrumpir tu vida. Él es Señor. Cuando lo recíbíste como Señor, le entregaste el derecho de usar tu vida cuando Él quiera.
Supon que cinco veces de cada diez que el Maestro tiene algo para que el sirviente haga, éste dice: "Lo siento, eso no está en mi programa". ¿Qué supone que hará el Maestro? Disciplinará al sirviente. Si éste no responde a la disciplina, tarde o temprano va a descubrir que el Maestro no le asigna ninguna tarea.
Tal vez tu digas: "¡Oh, como quisiera poder experimentar la obra de Dios como Juan (o Susana) la ha experimentado!" Pero cada vez que Dios viene a Juan, él ajusta su vida a Dios y obedece. Cuando Juan ha sido fiel en sus tareas pequeñas, Dios le asigna otras más importantes.
Si no estás dispuesto a ser fiel en lo poco, Dios no puede asignar­te una tarea mas grande.
Si no estás dispuesto a ser fiel en lo poco. Dios no te asignará tareas más importantes. Dios siempre usa las tareas pequeñas para desarrollar el carácter; y siempre desarrolla el carácter para que encaje en la tarea. Si Dios tiene para ti una gran tarea, antes de asignártela tiene que desarrollar en ti un gran carácter apropiado para esa tarea.

Dios necesita tiempo para prepararte para una tarea.
Cuando Dios te indica una dirección, tu la aceptas y la comprendes claramente. Después te da todo el tiempo que Él necesita para hacer de ti la clase de persona en cuyas manos Él puede confiar tal tarea. No dés por sentado que desde el momento en que Él te llama tu ya estás listo para la tarea.

David
¿Cuánto tiempo paso después que Dios (por medio de Samuel) ungió a David como rey hasta que éste subió al trono? Tal vez diez o doce años. ¿Qué hizo Dios entretanto? Estaba edificando su relación con David. Según es el rey, así es la nación. No se puede pasar por alto el carácter.
Pablo
Cuánto tiempo pasó desde que Dios llamó a Saulo hasta que Pablo empezó su primer viaje misionero? Tal vez diez u once años. El enfoque no es Pablo; sino Dios. Dios quería redimir un mundo perdido, v quería empezar por medio de Pablo a redimir a los gentiles. Dios nece­sitó todo ese tiempo para preparar a Pablo para la tarea.

Es sólo por causa tuya que Dios se toma tiempo para prepararte? No, no es sólo por ti mismo, sino también por causa de todos a quienes El quiere alcanzar a través de ti. Por causa de ellos, entrégate a la clase de relación con Dios que estamos considerando. Entonces, cuando El te asigne una tarea, El conseguirá todo lo que quiere en las vidas de quienes tu toques

RESUMEN
* El momento en que Dios me habla es el momento en que Dios quiere que le responda.
* Cuando Dios me habla es porque es el tiempo apropiado según Dios.
* Dios desarrolla mi carácter para que encaje en la tarea que Él quiere asignarme.
* Él tiene el derecho de interrumpir mi vida. Él es Señor.
* Cuando lo recibí como Señor, le di el derecho de usar mi vida cuando Él quiera.




Meditación de la Palabra: Pastor Pepe R. Castañeda
Publicado por: Vicente Borrego Fdez.