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Pepe R.Castañeda y Pepi Martinez

PREDICACIONES DESTACADAS

viernes, 14 de agosto de 2009

DIOS HABLA DE DIFERENTES MANERAS





La presentación, la ofrenda y la introducción estuvo a cargo de los hermanos Rafael Rodriguez, Tere Rodriguez y Vicente Borrego respectivamente
Jueves, 13 de Agosto de 2.009
DIOS HABLA SIEMPRE A SUS HIJOS
Dios habla de diferentes maneras.

Un punto fundamental para entender y tener una experiencia con Dios es saber claramente cuando Dios está hablando. Si el creyente no sabe cuándo está hablando Dios, el problema reside en el mismo corazón de su vida cristiana. Dirigiremos nuestra atención a la manera que Dios habla por el Espíritu Santo para revelarse Él mismo, sus propósitos y sus cami­nos. Examinaremos las maneras en que Dios habla a través de la Biblia, la oración, las cir­cunstancias, la iglesia y otros creyentes.

¡Si el creyente no sabe cuán­do Dios le está hablando, el problema está en el mismo corazón de su vida cristiana!

Muchas maneras diferentes
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas (He. 1.1).

Una verdad evidente en toda la Biblia es que Dios le habla a su pueblo. En el Antiguo Testamento Dios habló mediante:
• Angeles (Gn. 16)
• Visiones (Gn. 15)
• Sueños (Gn. 28.10-19) El uso del urim y tumim (Éx. 28.30)
• Acciones simbólicas (Jer. 18.1-10)
• Un silbo apacible y delicado (1 R. 19.12)
• Señales milagrosas (Ex. 8.20-25)
• Otras

La manera cómo habló Dios en el Antiguo Testamento no es el factor más importante. El hecho es que Él habló y a los que habló, supieron que era Dios, y supieron lo que les decía.

En el Antiguo Testamento Dios habló de muchas maneras dife­rentes.

Cuatro factores importantes
El hecho de que Dios habló es mucho más importante que la manera cómo habló. Cuando Dios habló, la persona supo que Dios le estaba hablando, y supo lo que Dios le decía. En cada oración que Dios habló en el Antiguo Testamento, veo cuatro factores importantes. La experie­ncia de Moisés en la zarza ardiendo, en Éxodo 3, es un buen ejemplo.

El hecho que Dios habló es el factor más importante y no la manera cómo Él habló.

1) Cuando Dios habló, generalmente fue algo único para ese individuo.

Por ejemplo, Moisés tenia ningún precedente de alguna zarza ardiendo. Para Moisés lo importante no fue que zarza ardía, sino que no se consumía. No hubo ninguna otra ocasión en que Dios hablara de esa manera. Fue única, porque Dios quiere que nuestra experiencia con Él sea algo personal.­ El quiere que lo veamos en una relación y no que dependamos de un método o una técnica. Si Moisés estuviera aquí hoy, a lo mejor se sentiría tentado a escribir un libro sobre Mi experiencia con la zarza que ardía. Luego toda la gente en nuestra nación trataría de hallar su propia zarza ardiendo. La clave no es cómo habló Dios, sino el hecho de que habló. Esto no ha cambiado. Él todavía le habla a su pueblo hoy.

Única para cada persona

2) Cuando Dios habló, la persona estaba segura que era Dios quien le hablaba.

Debido a que Dios le habló en una manera única. Moisés tuvo la certeza de que era Dios. La Biblia testifi­ca que Moisés no tuvo duda alguna, que su encuentro fue con Dios: el YO SOY EL QUE SOY (Ex, 3.14). Moisés confió en Dios, lo obedeció, y tuvo una experiencia con Dios. ¿Podía Moisés probarle lógicamente a otra persona que él había oído a Dios? No. Todo lo que Moisés podía hacer era testificar de su encuentro con Dios. Sólo Dios podía hacer que su pueblo supiera que la palabra que le dio a Moisés era la palabra del Dios de sus padres.

Segura de que Dios hablaba

Cuando a alguien como Gedeón le faltó seguridad, Dios con toda gracia se reveló aún más claramente (Jue. 6.21-22). Gedeón estaba seguro que Dios le había hablado.

3. Cuando Dios habló, la persona supo lo que Dios le dijo.

Moisés supo lo que Dios le dijo que hiciera. Supo cómo Dios quería obrar a través de él. Por eso presentó tantas objeciones. Sabía exactamente lo que Dios esperaba. Esto fue cierto para Moisés, Noé, Abraham, José, David, Daniel y otros.
Supo lo que Dios le dijo.

El encuentro con Dios.

4. Cuando Dios habló, sucedió un encuentro con Dios.


Moisés habría sido necio si hubiera dicho: "Esta experiencia con la zarza ardiendo ha sido maravillosa. Espero que me ayude a tener un encuentro con Dios`. Ese fue un encuentro con Dios. Cuando Él le revela la ver­dad, por el medio que sea, ése es un encuentro con Dios. Ésa es una experiencia de su pre­sencia en su vida. Dios es el único que puede hacer que usted experimente su presencia.
¿Cuál es el cuarto factor importante en la manera en que Dios habló en el Antiguo Testamento?
Este modelo se halla en todo el Antiguo Testamento. El método que usó para hablar fue dife­rente de persona a persona. Lo importante es:

• Dios le habló a su gente en forma particular.
• Ellos supieron que era Dios.
• Supieron lo que Él les dijo.

Cuando Dios hablaba, ocurría un encuentro con Él. Cuando Dios le habla por el Espíritu Santo a través de la Biblia, la oración, las circunstancias y la iglesia, tu sabrás que es Dios; y sabrá lo que le está diciendo. Cuando Dios te habla, ese es un encuentro con Dios.
Un modelo equivocado
Oigo que muchos dicen: -'Señor, realmente quiero saber tu voluntad. Deténme si estoy equivocado, y bendíceme si estoy en lo correcto". Otra versión es: Señor, voy a avanzar en esta direc­ción. Cierra la puerta si no es tu voluntad". Yo no veo esto como modelo en ninguna parte de las Escrituras.
Tu no puede permitir que te guíe tu experiencia solamente. No puedes permitir que te guíe la tradición, un método o una fórmula. A menudo la gente confía en ellas porque son fáciles. Hacen lo que creen que es mejor o lo que mas les gusta, y echan sobre Dios la responsabilidad total. Si se equivocan, esperan que Él intervenga para detenerlos. Si cometen errores, le echan la culpa a Él.

Si quieres conocer la voluntad y escuchar la voz de Dios, debes invertir el tiempo y el esfuer­zo necesario para cultivar una relación de amor con Él. ¡Eso es lo que Él quiere!

La Palabra de Dios es nuestra guía. El modelo Bíblico es que Dios siempre da dirección al comienzo. Tal vez no te diga todo lo que quisiera saber al principio, pero te dirá todo lo que necesitas saber para hacer los ajustes necesarios y dar el primer paso de obediencia. Tu tarea es esperar hasta que el Maestro te dé las instrucciones. Si empiezas a "hacer" antes de tener dirección de Dios, lo más probable es que estarás equivocado.

Direcciones específicas

Se argumenta que Dios sólo pone la vida en movimiento, y luego tu tratas de encontrar tu rumbo usando la mente que Dios te ha dado. Esto implica que el creyente siempre piensa correctamente y de acuerdo a la voluntad de Dios. Pero no se toma en cuenta que la vieja naturaleza siempre está batallando con la naturaleza espiritual (Ro. 7). Nuestros caminos no son los caminos de Dios (Is. 55.8). Sólo Dios puede darte la clase de direcciones específicas para realizar sus propósitos a su manera.
Cuando Dios le habló a Noé para que construyera el arca, Noé supo las dimensiones, el tipo de materiales y cómo construirla. Cuando Dios le habló a Moisés para que construyera el tabernáculo, le dio detalles muy específicos. Cuando Dios se hizo carne en la persona de Jesucristo, dio direcciones específicas a sus discípulos: dónde ir, qué hacer, cómo responder.
Pero ¿qué tal el caso de Abraham, cuando Dios le dijo: Vete a la tierra que te mostraré (Gn. I 2.1)? La instrucción parece no ser específica. Exigía fe. Pero Dios dijo: "te mostraré". Dios siempre te dará direcciones suficientemente específicas para que hagas ahora lo que Él quie­re que usted hagas. Cuando necesites más direcciones Él te las dará. En el caso de Abraham, Dios más tarde le dijo que tendría un hijo, el número de sus descendientes, el territorio en donde vivirían, que serían sujetos a esclavitud y luego libertados.
El Espíritu Santo da direcciones claras hoy. Dios es personal. Él quiere intervenir íntimamen­te en tu vida. Él le dará dirección clara para vivir. Tal vez tu digas: "Esa no ha sido mi Experiencia". Tu tienes que:
Fundamentarte para tu comprensión de Dios en las Escrituras, no en tu experiencia.
Si no tienes instrucciones claras de Dios en algún asunto, ora y espera. Aprende a ser pacien­te Depende de Dios para la selección del tiempo. Su selección siempre es la correcta y la mejor. No te apresures. El puede retrasar las instrucciones para que tu lo busque con mayor fervor. No trates de saltarte la relación para hacer algo. Dios está más interesado en una rela­ción de amor contigo que en lo que puede hacer por Él.

RESUMEN

* Si no sabe cuándo habla Dios, el problema está en su vida cristiana.
* Dios le habla a su pueblo.
* El hecho de que Dios habla es más importante que cómo lo hace.
* Cuando Dios habló, por lo general fue algo único para aquel individuo.
* Cuando Dios habló, la persona estaba segura de que era Dios.
* Cuando Dios habló, la persona supo lo que Dios dijo.
* Cuando Dios habló, eso fue un encuentro con Dios.
* Si no tiene instrucciones claras de Dios en cuanto a algún asunto, ore y espere. No trataré de saltarme la relación de amor.
Meditación en la Palabra: Pastor Pepe R. Castañeda