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Pepe R.Castañeda y Pepi Martinez

PREDICACIONES DESTACADAS

jueves, 6 de agosto de 2009

DIOS TE INVITA A QUE TE UNAS A EL










Jueves, 06 de Agosto de 2.009

LA INVITACIÓN DE DIOS Y EL AMOR
Dios te invita a que te unas a El.

Cuando ves al Padre traba­jando a tu alrededor, esa es la invitación que te extiende para que ajustes tu vida a Él y te unas a El en ese trabajo.

La Biblia es el registro escrito de la actividad de Dios en el mundo. En ella Él revela su natu­raleza, sus propósitos, sus planes y sus caminos. La Biblia no es un libro sobre individuos (Abraham, Moisés, Pablo) y la relación de ellos con Dios, sino que es un libro acerca de la actividad de Dios y sus relaciones con esos individuos. El enfoque está en Dios y su activi­dad.

Siete realidades de una experiencia con Dios

1. Dios siempre esta trabajando a mi alrededor.
2. Dios busca una relación continua de amor conmigo que sea continua, real, personal y práctica.
3. Dios me invita a que me una a El en su obra.
4. Dios me habla por medio del Espíritu Santo, la Biblia, la oración, las circunstancias, la iglesia e incluso por medio de una burra. Para revelarse asi mismo sus propósitos y sus caminos.
5. La invitación de Dios para que me una a El en su trabajo siempre me conducirá a una crisis de fe que requerirá por mi parte confianza y acción.
6. Yo tendré que hacer ajustes en mi vida para unirme a Dios en lo que El ya esta haciendo.
7. Yo llegaré a conocer a Dios por medio de la experiencia que tendré cuando le obedezca y El realice su obra por medio de mi.

Dios está obrando en el mundo. Dios obra por medio de las personas.

La Biblia revela que Dios siempre ha estado obrando en este mundo. Nunca ha estado ausen­te ni ajeno a la historia. Cuando leemos la Biblia estamos leyendo la actividad redentora de Dios en nuestro mundo. Vemos que Él eligió tomar la iniciativa e incluir a las personas en su obra. Él escoge obrar por medio de ellas para realizar sus propósitos.

• Cuando Dios estaba listo para juzgar al mundo vino a Noé. Iba a hacer algo y lo iba a hacer por medio de Noé.
• Cuando Dios estaba listo para formar una nación, vino a Abraham. Dios iba a cumplir su voluntad a través de Abraham.
• Cuando Dios oyó los gemidos de los hijos de Israel y decidió que era tiempo de librarlos, se le apareció a Moisés. Se le apareció a causa de los propósitos que Dios tenía. Planeaba librar a Israel por medio de Moisés.

Dios toma la iniciativa para involucrar a la gente en su obra.

Esto es verdad tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Cuando llego el cumpli­miento del tiempo de Dios para redimir al mundo perdido a través de su Hijo, le dio doce hombres para que los preparara para realizar sus propósitos.
Dios va a hacer algo, toma la iniciativa y viene a uno o más de sus siervos. Les deja saber lo que va a hacer y los invita a que hagan los ajustes necesarios de modo que El pueda hacer su obra por medio de ellos. El profeta Amos afirmo: No hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas (Am. 3.7).
La revelación de Dios es su invitación

Tal vez te preguntes: "¿Cómo me invita Dios para que me involucre en su obra?' Veamos un ejemplo de la vida terrenal de Jesús, en Juan 7.17. 19-2O

El ejemplo de Jesús
El Padre hasta ahora trabaja.
Ahora Dios me tiene a mí trabajando.
Nada hago por mi propia iniciativa.
Observo para ver lo que el Padre está haciendo.
Hago lo que veo que el Padre va está haciendo.
Como pueden ver, el Padre me ama.
El me muestra todo lo que El mismo está haciendo.
Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo traba­jo. Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; v mayores obras que estas le mostrará, de modo que vos­otros os maravilléis. Juan 5.17, 19-20

Para tener una experiencia personal con Dios, recuerda que El ha estado obrando en nues­tro mundo desde el principio y todavía sigue obrando. Jesús indicó esto en su vida terrenal. Anunció que había venido, no para hacer su voluntad, sino la voluntad del Padre que le envió (Jn. 4.34; 5.30; 6.38; 8.29- 17.4). Jesús dijo que para conocer la voluntad del Padre observaba lo que el Padre estaba haciendo. Luego, se le unía en esa obra.

El Padre amó al Hijo, y tomó la iniciativa de venir a El y revelarle lo que estaba (el Padre) haciendo o iba a hacer. El Hijo persistía en observar la actividad del Padre a su alrededor, para unir su vida en esa actividad del Padre.

Cómo hijo obediente de Dios, tu te hallas en una relación de amor con Él. Debido a que El te ama y quiere que tu intervengas en su obra, te mostrará dónde El está trabajando de modo que puedas unírte a El.
La palabra clave es observó.
Jesús observaba dónde el Padre estaba obrando. Cuando lo vio, hizo lo que vio hacer al Padre. Para Jesús la revelación de lo que el Padre estaba haciendo era su invitación para que se le unie­ra en la obra. Cuando tu ves al Padre obrando a tu alrededor, esa es la invitación para que hagas en tu vida los ajustes necesarios y te unas a El en esa obra.

La revelación de Dios es la invitación que te extiende para que te unas a Él.
El criado de Elíseo
¿Es posible que Dios esté obrando a tu alrededor y que tu no lo veas? Sí. Eliseo y su cria­do estaban en Dotán, sitiados por un ejército. El criado estaba aterrorizado, pero Eliseo esta­ba en calma. Y oró Elíseo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo (2 R. 6.17). Solamente cuando el Señor le abrió los ojos, el criado pudo ver la actividad de Dios a su alrededor.
Los líderes de Jerusalén
Jesús lloró sobre Jerusalén y sus líderes, y profetizó la destrucción que tendría lugar en el año 70 D.C. Jesús dijo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos (Lc. 19.42). Allí estaba Dios obrando seña­les maravillosas y milagros, y ellos no lo veían.

Dos factores importantes
Dos factores son importantes para que tu puedas reconocer la actividad de Dios a tu alre­dedor.

1. Tu debes vivir en una relación íntima de amor con Dios.
2. Dios debe tomar la iniciativa para abrir tus ojos espirituales, de modo que tu puedas ver lo que Él está haciendo.

A menos que Dios te permita ver dónde está Él obrando, tu no lo verás. La revelación por parte de Dios de lo que está haciendo alrededor de ti es la invitación que Él te extiende para que te le unas. Reconocer la actividad de Dios depende de tu relación de amor con Él, y de la iniciativa de Él para abrir tus ojos espirituales para que lo veas.
Trabajando donde Dios está obrando

Empezar iglesias
Nuestra iglesia percibió que Dios quería que ayudáramos a empezar nuevas iglesias por toda la provincia de Cádiz. Hay muchos pueblos y aldeas que no tienen ninguna iglesia evangélica.

Si tu estuvieras en esta situación, ¿cómo decidiría a cuáles pueblos ir?
Algunas iglesias empiezan haciendo una encuesta de la población. Luego aplican la lógica humana para decidir cuáles pudieran ser los lugares más productivos y prometedores. A estas alturas tu ya sabes que nosotros enfrentaríamos el asunto de una manera diferente. Tratamos de encontrar lo que Dios ya estaba haciendo alrededor nuestro. Creíamos que Él nos mostraría dónde estaba obrando ya, y que esa revelación sería la invitación que nos extendía para que nos uniéramos a Él. Empezamos a orar y a observar para ver lo siguiente que Dios haría en respuesta a nuestras oraciones.

Medina
Medina es un pueblo como a 30 kilómetros de San Fernando. Nunca había tenido una iglesia evangélica. Movilizamos al equipo de intercesores. Nos dijimos: "Veamos si Dios está obrando allí".

Vimos como el Señor nos guió desde el principio revelándonos lo que El estaba haciendo en esa ciudad, personas se convirtieron y dieron testimonios de lo que Dios estaba haciendo en sus vidas.

Trabaja donde Dios está traba­jando

Dios no nos ha dicho que vayamos y trabajemos para Él. Nos ha dicho que Él ya está obrando para traer consigo al mundo perdido. Si hacemos en nuestra vida los ajustes necesarios en una relación de amor, Él nos mostrará dónde está ya obrando. Esa revelación es la invi­tación que nos extiende para incluirnos en su obra. Entonces, cuando nos unimos a Él, Él completa su obra a través de nosotros.

RESUMEN
• Dios siempre está obrando en el mundo.
• Dios toma la iniciativa para incluirme en su obra.
• Para que pueda ver lo que Dios está haciendo, Él debe tomar la iniciativa para abrir­me los ojos espirituales.
• Cuando veo al Padre obrando alrededor, esa es la invitación que me extiende para que haga en mi vida los ajustes necesarios y me una a Él en su obra.
• La revelación de Dios es la invitación que me extiende para que me una a Él.
Meditación en la Palabra: Pastor Pepe R. Castañeda